Inauguran exposición que reúne 114 figurillas antropomorfas de origen prehispánico
Son un ejemplo de nuestra riqueza cultural, reafirma el curador Francisco Sánchez en entrevista con La Jornada
Se inscribe en la participación cultural del país en los Juegos Olímpicos
son de goce, de disfrute, de fiesta, de bienvenida, con los brazos abiertos y sonrisas muy gratasFoto cortesía del INAH
Jueves 28 de julio de 2016, p. 5
La más universal de las expresiones humanas es el tema de la muestra Magia de la sonrisa en el Golfo de México, que hoy será inaugurada en el Museo Histórico Nacional de Brasil, en Río de Janeiro.
Son 114 figurillas antropomorfas de origen prehispánico, elaboradas en arcilla, procedentes de lo que los especialistas denominan culturas de la costa del Golfo, cuyo rasgo común es la sonrisa en el rostro, conocidas como caritas sonrientes
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Esa exposición –integrada para la ocasión con piezas provenientes de los museos Nacional de Antropología, de Antropología de Xalapa y Fortaleza de San Juan de Ulúa– se inscribe en la participación de México en el programa cultural que se desarrolla con motivo de los 31 Juegos Olímpicos en esa ciudad.
Personificación de rostros únicos
De acuerdo con el coordinador nacional de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Francisco Sánchez Nava, quien se encargó de la curaduría, el propósito de esa exhibición es presentar un ejemplo de la riqueza cultural de nuestro país.
Y hacerlo de manera atractiva y festiva, dijo, acorde con la naturaleza de la competencia deportiva, pues la mayoría de las actitudes de esas figurillas son de goce, de disfrute, de fiesta, de bienvenida, con los brazos abiertos y sonrisas muy gratas
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En entrevista, el especialista explica que las caritas sonrientes
son piezas que personifican rostros únicos y, aunque repiten actitudes, adornos y atuendos, la expresión es diferente en cada una, como sucede con las personas, que no sonríen de la misma forma ante eventos inesperados, sentimientos de alegría o incluso nerviosismo.
Aunque hay colegas que no están muy de acuerdo conmigo, me inclino a pensar que son retratos, que sí representan a una persona en particular
, indica.
Según Sánchez Nava esas figuras están asociadas con rituales y la mayoría son instrumentos musicales: flautas, silbatos y sonajas; incluso algunas de esas representaciones tienen una sonaja en la mano.
“Estaban asociadas –señala– a cultos, rituales propiciatorios para un buen viaje al inframundo, una buena cosecha, una buena guerra, el fin de un ciclo constructivo o calendárico.”
Aunque se han hallado representaciones de rostros sonrientes en otras culturas prehispánicas de lo que hoy es México, el arqueólogo destaca que en las de la costa del Golfo –las cuales habitaron ahí desde el Preclásico terminal hasta el Epiclásico (100 aC-900 dC)– son un rasgo común.
Lo interesante aquí es la profusión de esa representación; es un reflejo de alguna forma de la cotidianidad, de esa cosmogonía, de ese modo de ver la vida. Es abundante el número de piezas de este estilo que se han encontrado.
Tres meses en Brasil
Respecto de Magia de la sonrisa en el Golfo de México, que permanecerá en Brasil durante tres meses y luego regresará al país para ser montada en un recinto aún por definir, Francisco Sánchez adelanta que se dividide en cuatro núcleos temáticos.
Uno da cuenta de la región de donde provienen las piezas; otro, de la riqueza de sus atuendos, que aluden a varias deidades mesoamericanas; uno más refiere los contextos donde se hallaron, y el último, en el que se retoma la clasificación del sicólogo estadunidense Paul Ekman, pionero en el estudio de las emociones y la expresión facial, para hacer un análisis de esas caritas sonrientes
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