A la edad de 83 años y víctima de una afección cardiaca, murió César Buenrostro Hernández, quien fue secretario de Obras del gobierno capitalino durante nueve años. De acuerdo con su familia, el deceso ocurrió la noche del pasado domingo.

Su hijo, César Buenrostro, precisó que el ex funcionario falleció de un infarto fulminante mientras entraba a su casa, luego de acudir a hacer compras con su esposa Amalia. Detalló que en enero sufrió una neumonía, la cual le dejó problemas bronquiales, y que si bien no estaba en cama ni hospitalizado sí estaba un poco delicado de salud por esa situación.

El ingeniero Buenrostro, miembro del consejo directivo de la Fundación UNAM, fue un destacado funcionario público y consultor de la iniciativa privada.

Originario de Tula de Allende, Hidalgo (14 de marzo de 1933), se desempeñó durante gran parte de su vida en diversas dependencias, y fue secretario de Obras y Servicios del Gobierno del Distrito Federal entre 1997 y a 2006, en las jefaturas de Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles, Andrés Manuel López Obrador y Alejandro Encinas.

Al terminar ese encargo se incorporó al despacho de supervisión de obra que operaba junto con su hijo.

La familia informó que el cuerpo del ex servidor público será incinerado la tarde de este martes en el Panteón Francés.

Desde su formación universitaria, Buenrostro Hernández fue un hombre muy cercano a Cuauhtémoc Cárdenas, y en 1987 figuró entre los dirigentes de la Corriente Democrática del Partido Revolucionario Institucional (PRI), junto con Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo y Rodolfo González Guevara, entre otros. Un año más tarde, fue integrante de la Comisión Política del Frente Democrático Nacional. Fue cofundador del Partido de la Revolución Democrática.

El ingeniero César Buenrostro, en imagen de 2005Foto Cristina Rodríguez

César Buenrostro egresó en 1957 de la Escuela Nacional de Ingenieros, con una tesis sobre el desarrollo de la región del bajo Balsas, donde años más tarde proyectaría la presa La Villita, trabajando en un equipo integrado por Cuauhtémoc Cárdenas, Rafael Santoyo, Eugenio Laris, todos compañeros de clase en su alma mater, la Universidad Nacional Autónoma de México. El encargado general de la obra era el ingeniero Heberto Castillo.

Sin duda, mis años como secretario de Obras me agotaron. Eran jornadas intensas en las que nos encontrábamos laborando a las 12 de la noche con los trabajos que se hacían por la ciudad; fue una intensidad bárbara, pero muy satisfactoria, reveló en fechas recientes a Construcción y Tecnología en Concreto, publicación especializada de ingeniería civil.

Allí mismo aseguró que desde su visión, la ingeniería no sirve de nada si no está puesta al servicio de la sociedad, y acotó que esto pudiera ser su filosofía de trabajo y la base de su desempeño profesional.

Identificado como uno de los ingenieros civiles más destacados de la época, César Buenrostro tuvo posgrados en hidráulica agrícola, hidrología y desarrollo regional en Francia. Y dentro de sus actividades profesiones destacaron haber sido vocal ejecutivo de la Comisión de Aguas del Valle de México, de 1972 a 1974, y asesor del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez en la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, en el periodo 1976-1977.

En la iniciativa privada fue director general, de 1985 a 1997, de la empresa Consultoría Interdisciplinaria en Planeación y Desarrollo, especializada en gerencia de proyecto, supervisión de obra y auditoría técnica, de la cual a partir de 2007 fue su presidente ejecutivo.