La cita empieza mañana, a días del ataque en Múnich en el que murieron nueve personas
Para algunos asiduos del ritual wagneriano, son idiotas
y absurdas
y afectarán el ambiente
Domingo 24 de julio de 2016, p. 4
Fráncfort.
El festival de ópera de Bayreuth, dedicado a la obra de Richard Wagner, empieza mañana en el este de Alemania en medio de fuertes medidas de seguridad, que llevaron a las autoridades bávaras a anular la ceremonia inaugural.
La 105 edición de esta tradicional cita veraniega empezará exactamente una semana después del primer ataque en suelo alemán reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El atentado, cometido por un joven refugiado afgano en Wurzburgo (sur), a 150 kilómetros de Bayreuth, obligó a reforzar la seguridad.
El ataque del viernes en Múnich, a 260 kilómetros de Bayreuth, donde un germano-iraní mató a nueve personas antes de suicidarse, llevó a incrementar la vigilancia.
El presidente de Baviera, Horst Seehofer, anunció este sábado la cancelación de la ceremonia de apertura, por respeto a las víctimas de los ataques y a sus familiares.
Tradicionalmente, en la gala de inauguración están presentes la crema y nata de Alemania, incluso la canciller Angela Merkel. Pero, debido a una agenda muy cargada, Merkel no estará este año.
La mítica Colina Verde, donde Wagner (1813-1883) construyó su ópera, está sometida a estrictas medidas de seguridad desde que se iniciaron los ensayos en junio.
Está prohibido entrar a las salas y vestuarios con bolsas y los asistentes deben tener con ellos siempre un documento de identidad con foto. Todo esto a causa de la última producción de Parsifal, que está programada en apertura el lunes y que algunos anuncian como provocadora.
Nadie la ha visto aún, pero según rumores retomados por los medios de comunicación –aunque totalmente desmentidos por el director, el alemán Uwe Eric Laufenberg–, podría ser percibida como una crítica al islam.
Según los rumores, las doncellas flor
, que en la epopeya medieval seducen a los caballeros del Graal para que éstos se pierdan, llevarán burqas.
En el festival se montarán, hasta el 28 de agosto, unos 30 espectáculos del repertorio wagneriano, como Tristán e Isolda o El ocaso de los dioses.
Causarán la renuncia de Nelsons
Para algunos asiduos del ritual wagneriano, las medidas de seguridad extremas afectarán el ambiente en el Festspielhaus, el palacio de festivales construido según los deseos del maestro.
Algunos conocedores sugieren incluso que esas medidas provocaron la renuncia en junio del director de orquesta Andris Nelsons, que debía dirigir Parsifal.
El tenor alemán Klaus Florian Vogt, quien tiene el papel principal, fue interrogado por agentes de seguridad durante las repeticiones, porque llevaba un uniforme militar. Pero ese uniforme era parte de su atuendo para el espectáculo...
Nelsons publicó un comunicado en el que denunció un ambiente nocivo y Laufenberg criticó medidas totalmente idiotas
y absurdas
.
Pero a Bayreuth se le conoce también por sus luchas internas entre descendientes del compositor alemán.
Se rumora que la renuncia de Nelsons, quien tomará la dirección de la Orquesta de Gewandhaus de Leipzig (este) y de la Sinfónica de Boston, se debe también a las repetidas interferencias del director musical del festival, el alemán Christian Thielemann.
El año pasado ya hubo rumores de que Thielemann apartó del espectáculo a una cantante por su proximidad con el ruso Kirill Petrenko, gran rival del alemán a quien arrebató el año pasado el codiciado puesto de director de la Filarmónica de Berlín.
Los rumores sobre el nuevo Parsifal han alborotado también a la tranquila localidad bávara.
En un principio era Jonathan Meese quien debía montar esta ópera. Pero el chico terrible del arte contemporáneo alemán, novicio en ópera, fue remplazado porque se excedió en los gastos.
Laufenberg, quien cuenta con gran experiencia en este ámbito, fue nombrado para remplazarlo.