Brasilia.

Las autoridades brasileñas no ven al terrorismo como la mayor amenaza posible para los Juegos Olímpicos, según declaraciones del ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, quien consideró que el principal desafío de seguridad lo representan la delincuencia común y el crimen organizado.

La criminalidad preocupa más que el terrorismo, por eso estamos reforzando el patrullaje. Tendremos un alto número de delegaciones (extranjeras), de turistas de todos los países. No podemos dejar que se transmita una imagen de criminalidad del país, señaló el ministro del gobierno interino de Michel Temer.

De Moraes consideró improbable que ocurra un atentado terrorista durante la justa, que se realizará en Río del 5 al 21 de agosto, para la que se espera la llegada de unos 700 mil visitantes internacionales.

No sólo nuestras agencias (de inteligencia), sino también las internacionales ponen las probabilidades en un nivel más bajo, pero estamos tomando todas las precauciones, indicó.

Por otra parte, el laboratorio antidopaje de Río de Janeiro recuperó la credencial que la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) le había suspendido hace un mes y podrá analizar las pruebas que se realicen a los atletas durante las competencias, informó el Ministerio de Deportes.

La sanción, impuesta luego de que la AMA detectara que el centro no se ajustaba al estándar internacional para laboratorios, prohibía llevar a cabo análisis en muestras de orina y sangre.

En las recientes semanas, indicó el ministerio, la AMA realizó un proceso de auditoría y revisión de los procedimientos del Laboratorio Brasileño de Control de Dopaje (LBCD) y ahora ya está apto para operar durante los juegos.

El centro, ubicado en la Universidad Federal de Río, cuyo costo fue de unos 58 millones de dólares, recibió su credencial originalmente en 2015.

En otro tema, el gobierno interino de Brasil informó que desplegará 300 agentes para prevenir cualquier riesgo o emergencia nuclear o radiológica durante el certamen.

El gobierno explicó que el personal será distribuido en los lugares de competencia y entrenamiento de Río, así como en las cinco ciudades que albergarán partidos de futbol (São Paulo, Manaus, Salvador, Brasilia y Belo Horizonte).