Abrirán exposición con 200 trabajos del acervo reunido por el artista en más de 40 años
Significa doble celebración: 20 años del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y 10 de la apertura del edificio del recinto ubicado en San Agustín Etla, fundados por el pintor
Más de cien mil documentos están a cargo del INBA, expresa a La Jornada Daniel Brena, su director
Jueves 21 de julio de 2016, p. 3
El Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) de Etla, Oaxaca, abre la mirada a una de las colecciones de fotografía más relevantes en Latinoaméri
Este sábado el CaSa inaugurará la exposición Fotografías de la colección Toledo/INBA, que significa doble celebración: los 20 años de la creación del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y 10 de la apertura del edificio que alberga el CaSa, ambos espacios fundados por el artista, activista social y creador de fábulas fantásticas.
Daniel Brena, quien el pasado junio asumió la dirección del CaSa, señala en entrevista con La Jornada, que el acervo fotográfico de Toledo es de casi cien mil documentos.
La colección que el pintor y grabador entregó en donación el año pasado al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) la comenzó en su natal Juchitán.
Un Toledo aún adolescente, relata Brena, se asombró con la obra de Manuel Álvarez Bravo, en su encuentro en la biblioteca en Oaxaca. Es la primera vez que entiende que la fotografía no sólo documenta, sino que puede expresar algo más
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Luego conoció a Álvarez Bravo y empezó a intercambiar piezas por obra propia; es una manera de coleccionar que ha trabajado en más de cuatro décadas
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Destaca que la exhibición en el CaSa reúne trabajos de cinco premios Hasselblad: Josef Koudelka, Henri Cartier-Bresson, Sebastião Salgado, Manuel Álvarez Bravo y Graciela Iturbide. Nada más de ver los nombres es fantástico
, expresa Daniel Brena.
En total se incluyen 40 autores y dos agrupaciones, entre ellos Edward Weston, Tina Modotti, Mariana Yampolsky, Flor Garduño, Mary Ellen Mark, Maya Goded, Rogelio Cuéllar, Antonio Turok y el propio Toledo.
Del pintor y grabador, responsable de la fecundidad de las miles de piezas, también se incluyen obras que ocupan el amplio salón enclavado a las afueras de la ciudad de Oaxaca.
En realidad, son radiografías intervenidas con óleo, describe Brena. Toledo, aunque no es tan conocido como fotógrafo, tiene larga trayectoria en este quehacer. Incluso desde muy temprana edad, al ver las fotografías de Álvarez Bravo, quiso ser fotógrafo. Ha trabajado muchas técnicas. De todo lo que ha hecho, la fotografía ha sido una constante, aunque quizá no tan vista como su demás trabajo
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Visión estética del coleccionista
Esa colección que ahora pertenece al INBA, señala Daniel Brena, es la más importante que posee este instituto. No sólo por los fotógrafos, por la calidad de las imágenes, los periodos que abarca y los temas; uno de los aspectos más importantes es la persona que la formó. El hecho de que está construida por Francisco Toledo y con su visión estética. Es una manera de conocerlo a partir de su selección de fotografías
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Un sabor oaxaqueño es otra de las peculiaridades del acervo atesorado por Toledo, pues muchas de las fotografías se relacionan con su lugar de nacimiento y creación. Brena, quien antes dirigió el Centro Fotográfico Manuel Álvares Brevo, pone de ejemplo las fotos que el francés Cartier-Bresson tomó en Juchitán, las de Tina Modotti en Oaxaca, los retratos del brasileño Sebastião Salgado a indígenas mixes o las impresiones de Mary Ellen Mark, quien cada año visitaba la capital de Oaxaca.
Tenemos fotos de estos grandes autores de la fotografía, muchos ligados con la entidad.
Incluye el imaginario de extranjeros que visitan Oaxaca y ven a través de la lente desde su propia perspectiva. Es una manera de confrontar las diferentes imágenes y poder explorar la historia fotográfica a través de ese acervo de Toledo.
La exposición en la vieja fábrica de textiles es una especie de introducción a la colección, pues no pretende ser representativa, aunque está acotada a esos autores relevantes.
Vamos a ver una reflexión de cómo se construye una foto y una colección. Estamos acostumbrados a atribuir la autoría al fotógrafo. Sin embargo, nos olvidamos de que también la persona retratada tuvo que haberse colocado de alguna manera y hacer un gesto. Al final los dos trabajan en este espacio tridimensional y forman una imagen. Su significado es producido por los dos.
De acuerdo con la información emitida por el CaSa, es la primera vez que se muestran más de 200 fotografías que permiten conocer de cerca la colección, que adquiere mayor relevancia por haber sido construida a partir de la visión y sentido estético de Francisco Toledo.
Además, en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, ubicado en el centro histórico de la capital oaxaqueña, de manera complementaria se abrirá en septiembre una exposición, más acotada y con mayor investigación
, resultado del proyecto Colección en Vivo II, coordinado por el fotógrafo e investigador Alejandro Castellanos, el cual convoca a explorar el acervo y proponer curadurías.
El director del CaSa indicaque desde la fundación del centro Álvarez Bravo se inició un proceso de catalogación de su acervo. Ahora que el INBA está a cargo de esa colección, hay avances. El hecho de realizar una exposición de esta magnitud tiene que ver con la cantidad de tiempo y esfuerzo de Francisco Toledo, pero también el hecho de que las piezas estaban catalogadas; ahora la fase más reciente de curaduría permite reflexionar acerca de esas imágenes. Además, varios miles de fotografías ya han sido digitalizadas y se sigue avanzando
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