De acuerdo con peritajes federales que deberá corroborar la Procuraduría General de la República (PGR), las armas de policías estatales de Oaxaca y de civiles armados habrían causado la muerte a ocho personas durante los enfrentamientos registrados hace un mes en la comunidad de Nochixtlán, Oaxaca.

Funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional señalaron que ninguna de las armas de la Policía Federal que fueron accionadas durante los enfrentamientos en esa comunidad oaxaqueña habría hecho blanco en las personas que murieron.

Las investigaciones realizadas por autoridades federales tardaron casi dos semanas en arrancar. Tras los enfrentamientos, la Fiscalía General de Oaxaca y la Procuraduría General de la República (PGR) únicamente intercambiaron información, y aunque se enviaron peritos federales, no pudieron recabar toda la evidencia de lo sucedido, mencionaron los entrevistados.

Sin embargo, tanto la Policía Federal, a través de su División Científica, como Servicios Periciales de la PGR ya han llevado a cabo dictámenes periciales de las armas disparadas por los agentes federales en Nochixtlán, y, según los primeros resultados, ninguna de sus ojivas causó la muerte de los habitantes de esa población ni de los integrantes o simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que fallecieron durante esos hechos.

Asimismo, puntualizaron los funcionarios, corresponderá a la PGR dar el veredicto sobre las pruebas realizadas al armamento, ya que también se han hecho análisis a las utilizadas por agentes de la policía estatal.

Los enfrentamientos se registraron el 19 de junio en Asunción Nochixtlán luego de que los agentes de la Policía Federal desalojaron, utilizando bombas de gas lacrimógeno, los retenes que integrantes de la CNTE y miembros de grupos simpatizantes colocaron en la carretera que comunica a la petroquímica Antonio Dovalí Jaime.