San Cristóbal de Las Casas, Chis.

Nuestra intención es que no le paremos, declaran los padres de familia de escuelas públicas incorporados a la lucha de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Su comité regional se mantiene como motor del bloqueo en la salida de esta ciudad hacia Tuxtla Gutiérrez.

Ya no es sólo la lucha de los maestros, es de todos, expresa doña Amanda, coordinadora aquí del comité. Así, a la exigencia de frenar la reforma educativa, los padres y madres organizados suman una campaña estatal demandando tarifa única de 20 pesos por el pago de agua y luz eléctrica.

Una de las primeras tareas de los padres de familia es resguardar las escuelas públicas de San Cristóbal de Las Casas mientras dure el paro magisterial. Organizados en torno a los comités de barrios y colonias, cuentan con la participación de más de 60 colonias del norte y el sur de la ciudad, y desde hace 20 días obstruyen con ramas de árbol, piedras y ocasionales hogueras el tránsito por la autopista, incluso ahora que en el resto de Chiapas los maestros retiraron sus bloqueos en atención a las negociaciones en curso entre la CNTE y el gobierno federal.

Doña Amanda es madre joven, mujer de carácter. En el habla un tanto arcaica de los sancristobalenses, don y doña son de uso común aun para personas jóvenes. Informa que este domingo está convocada aquí una asamblea popular de pobladores del municipio de San Cristóbal para determinar si se mantiene el fatigoso pero elocuente cierre carretero, y prepararse para la anunciada asamblea estatal de comités de padres en la capital del estado.

Los maestros de la sección 7 del sindicato magisterial, quienes decidieron permanecer en el bloqueo con las familias de sus alumnos, han recibido ya mensajes de funcionarios estatales pidiéndoles que retiren las barricadas y permitan el paso de vehículos en la presente temporada vacacional.

Un profesor refiere a La Jornada que el gobierno de Chiapas propone que los grupos de padres y madres hagan listas y pliegos petitorios para atender sus demandas.

Así hacen siempre, replica con un golpe de risa un padre de familia, hombre ya mayor que parece muy acostumbrado a plantársele a las autoridades. No nos podemos confiar esta vez. Y aclara: Sí hay paso a San Cristóbal, sólo que no por aquí. Además de que la vieja carretera libre permanece abierta, en parajes próximos al bloqueo existen dos salidas alternativas para arribar al valle de Jovel; una a Zacualpa y de ahí a la vieja carretera, y otra a través de un barrio periférico hacia el bulevar Juan Sabines Gutiérrez.

La acción política de vecinos y padres se diversifica en brigadas informativas por la ciudad, así como la presión a maestros que todavía no participan en el movimiento magisterial y popular para que se nos unan, explica don Antonio.

Cuando conformamos esta lucha decidimos discutir en mesas de trabajo los temas más importantes y elevarlos a nivel estatal: educación pública, territorio, recursos naturales, derecho y cultura indígena (al menos la mitad de las familias son indígenas), derechos humanos y salud, agrega.

De hecho estuvo participando en el bloqueo un grupo de trabajadores del sector salud, quienes se retiraron cuando la CNTE levantó los cierres en Chiapas, pero siguen en el movimiento. A esas discusiones nos hemos dedicado, dice con satisfacción una madre más, mestiza pero vistiendo huipil, y todos hemos aprendido bastante.

Don Antonio concluye que las demandas son: “Liberación de los maestros presos, rechazo a las ‘cuotas voluntarias’ de inscripción en las escuelas públicas, abrogación de la falsa reforma educativa, repudio a la Policía Federal y no a la privatización del agua. Estamos por la defensa de la educación laica, gratuita y popular”.