Cultura
Ver día anteriorSábado 16 de julio de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Mañana se inicia en el teatro el Galeón la temporada de El día que María perdió la voz

Ópera para niños plantea saber escuchar para convivir y entender al otro

La mezzosoprano Catalina Pereda protagoniza esa obra escrita por Marcela Rodríguez

Foto
Escena del montaje a cargo de Jesusa Rodríguez, que narra las vicisitudes de una niña hablantina que pierde la voz y se encuentra más sola que una estatua en bermudasFoto cortesía de la Secretaría de Cultura federal
 
Periódico La Jornada
Sábado 16 de julio de 2016, p. 3

Tenemos dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos y para hablar necesitamos saber escuchar.

Esas ideas son las que se propone transmitir la ópera para niños El día que María perdió la voz, partitura escrita por la compositora Marcela Rodríguez, que ofrece temporada de nueve funciones en el teatro El Galeón, luego de su exitoso estreno en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris en la edición 32 del Festival del Centro Histórico.

Basada en el cuento homónimo de Javier Peñalosa, esa divertida historia trata sobre una niña parlanchina que gusta hablar de todo y con todos.

A María no le para la boca, pues charla todo el día. Con las sillas, mesas y platos. Con desconocidos y con las piedras. A su pequeño hermano no lo deja dormir, porque hasta en sueños habla. Habla, habla y habla, incluso desde que estaba en el vientre materno.

Un día sucede algo extraño. Al recorrer uno de los pasillos del supermercado, le cae una caja de cereal en la cabeza y cuando quiere hablar, ya no puede. ¡Su voz ha desaparecido!

Música en vivo con La Colmena

La voz de María se ha ido y se ignora dónde está. No se sabe si la muy traviesa está escondida. Si se la robó un ladrón o se fue de vacaciones; si navega en un crucero o si descansa en la playa, si tiene frío o vive cerca del río.

María, con su voz perdida, se encuentra más sola que una estatua en bermudas.

Como consecuencia de tan terrible situación, la pequeña vive divertidas aventuras. Sus padres, preocupados por encontrar la voz de María, la llevan con un doctor, un sicólogo y un brujo bueno; quienes intentan que la recupere. Recurren a hacerle cosquillas, hipnotizarla y hasta conjuros de hechicería. Es más, su padre inventa un cibervoz, robot que le podría ayudar a comunicarse. De pronto, otra cosa ocurre y eso hará que recupere la palabra.

En El día que María perdió la voz participan unas 20 niñas, integrantes del coro Niños Cantores del Centro Histórico, dirigido por Renata Rueda; la música en vivo es del ensamble La Colmena, dirigido por Rodrigo Cadet, y la mezzosoprano Catalina Pereda encarna a la pequeña María.

La puesta en escena está a cargo de Jesusa Rodríguez y la dirección de actores es de Katia Castañeda. Durante el montaje se proyectan los dibujos hechos por la artista Magali Lara.

La partitura de Rodríguez se amalgama con esa divertida historia. Al respecto, la autora explicó que se trata de una composición muy ecléctica y melódica.

Cuando escribo una ópera me baso mucho en el texto; el libreto me predispone mucho a la música de inmediato. Por eso es que es muy ecléctica, porque de acuerdo con la situación de la historia voy escribiendo. Hay un juego de texturas musicales.

Con más de 15 años de escribir música para teatro, ésta es la quinta ópera de Marcela Rodríguez y la primera para niños. Esa partitura permite que se entiendan los diálogos de los intérpretes, cuya complejidad está más bien en la orquestación o instrumentación.

Esta ópera de cámara, cercana al lenguaje teatral, está hecha expresamente para ese público, comentó Pereda. Esos espectadores son muy generosos, escuchan todo tipo de música, sin tratar de definir si es tradicional o contemporánea, no tienen prejuicios.

Nos pareció muy importante tener los músicos en escena. Los niños más pequeños, que a veces no entienden muy bien la historia, escuchan la música y les gusta mucho.

La obra, concluyó, intenta reflexionar sobre por qué no nos escuchamos unos a otros, desde los problemas familiares hasta los conflictos políticos. Escuchar es muy necesario para poder convivir y entender al otro.

Para el actor Armando Mora, todos quieren que se les escuche, pero no queremos escuchar. Queremos siempre exponer lo que necesitamos, pero no lo que necesita el otro.

El día que María perdió la voz se presenta desde mañana, sábados y domingos, a las 13 horas, en el teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque (Reforma y Campo Marte).