Toros de Miura protagonizaron la última corrida; no hubo lesionados por asta de toro
Viernes 15 de julio de 2016, p. a12
Pamplona.
Los sanfermines, la fiesta popular con mayor proyección internacional de España, concluyeron ayer tras una semana de festejos en la que los populares encierros y corridas de toros han quedado eclipsados por las violaciones y las agresiones sexuales.
El balance de San Fermín 2016 es triste: cuatro violaciones, un intento de violación y siete abusos. En total hay 17 detenidos, cinco de ellos ya en prisión, acusados de haber violado a una joven en la primera noche de fiestas y en pleno centro de Pamplona.
Año de las denuncias
Esta edición pasará a ser el año de las denuncias: cuatro mujeres interpusieron demandas por violaciones en esta semana y los expertos advierten de que sólo salen a la luz entre 15 y 20 por ciento de los casos.
Ni siquiera el limpio y último encierro logró distraer la atención y la preocupación por estos hechos. A primera hora de la mañana, los toros de la ganadería sevillana de Miura, con larga tradición en los sanfermines, ponían el broche a estas fiestas 2016 con un emocionante encierro, limpio, rápido y sin heridos por asta de toro, aunque 10 por traumatismos.
Hasta los hoteleros de Pamplona y del resto de la comarca se han mostrado preocupados por la imagen que se ofrece de la ciudad y de los sanfermines, mundialmente famosos gracias, entre otros, al escritor estadunidense Ernest Hemingway y a su novela Fiesta.
Los hoteles intentan transmitir al exterior la parte bonita de la fiesta, en la que todo el mundo puede participar, la alegría, el colorido, la gastronomía, la calidad
, señaló en medios españoles el presidente de la Asociación de Hoteles de Pamplona, Miguel Ángel Cazón. Este tipo de sucesos fracturan la imagen de lo que es en realidad la fiesta y evidentemente hacen mucho daño
.
Esta semana, la ocupación hotelera en la ciudad y sus alrededores superó 80 por ciento y llegó a ciento por ciento los fines de semana.
Cerca de 3 mil 500 agentes policiales han velado por la seguridad en la capital navarra, que en una semana ve cómo su población pasa de los 200 mil hasta cerca del millón de habitantes.
Desde el ayuntamiento de Pamplona, que enfrenta en los ataques sexuales su mayor desafío en las fiestas, se han sucedido los actos de repulsa y las manifestaciones de protesta.
Con la campaña No a las agresiones, la ciudad no dejó de animar a las víctimas a denunciar los abusos y al resto de la ciudadanía a no mantener una actitud impasible frente a esos actos.
La medianoche de ayer y en el centro de la ciudad, miles de personas entonaron el tradicional Pobre de mí diciendo adiós a San Fermín y con la vista puesta ya en 2017, con la esperanza de que las agresiones sexuales no ocupen más los titulares.