La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha recibido –de 2007 a 2016–, un total de 109 recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por denuncias contra actos de discriminación y violación a la equidad de género cometidos en el Ejército Mexicano y por soldados en agravio de civiles.

De acuerdo con la dependencia, todas las recomendaciones fueron aceptadas y están en fase de cumplimiento.

La recomendación más reciente (2/2016) está relacionada con la denuncia de un joven que sufrió violencia física y sexual, luego de su ingreso en septiembre de 2012 a la Escuela Médico Militar. A pesar de las agresiones denunciadas, el joven fue dado de baja en junio de 2013, por reprobar 40 por ciento o más del total de exámenes periciales en un mismo periodo de evaluación.

Las autoridades del plantel castrense pasaron por alto el escrito de queja de la madre del joven, quien relató que su hijo fue objeto de agresiones físicas y sicológicas por parte de los cadetes de segundo y quinto años, quienes en varias ocasiones lo despertaban entre las 2:00 y 3:00 horas, lo llevaban al baño en donde le pateaban la cabeza, le daban puñetazos y tablazos; le imponían tareas abusivas como limpiarles las botas, planchar uniformes y hacerles de cenar, además de que era obligado a llevar una cuantiosa despensa de alimentos y artículos de limpieza, entre otras acciones en su contra.

La CNDH recomendó al general secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, girar instrucciones para brindar al afectado atención médica y sicológica para la reparación integral del daño, así como el pago de una compensación; colaborar con la CNDH para dar seguimiento a una queja ante la Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea en contra de los cadetes denunciados y autoridades correspondientes y ante la procuraduría militar para que se inicie la investigación correspondiente.

Asimismo iniciar una campaña preventiva en la Escuela Médico Militar, que pueda ser extensiva a otros planteles, sobre agresiones escolares, para diseñar mecanismos que identifiquen agresiones escolares, y para que las autoridades actúen de inmediato en casos de abuso por parte de cadetes, docentes o autoridades del plantel.

La primera recomendación de este tipo que recibió la Sedena fue la 9/2007, referente al caso de un subteniente de infantería, quien al ser recibido por el coronel Uriel Ríos Velásquez, quien comandaba el 78 batallón de paracaidistas en el Campo Militar Número Uno, le ordenó como bienvenida al agrupamiento, beber grandes cantidades de ron, lo que le produjo al agraviado insuficiencia respiratoria aguda provocada por una broncoaspiración de contenido gástrico que derivó en su fallecimiento.