Invertir en innovación y agricultura trae consigo bienestar e ingresos a las familias, ya que las variedades creadas en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) generan de 3 mil a 4 mil 500 millones de dólares en el mundo; es decir, por cada dólar invertido se regresan 100, dijo Bram Govaerts, encargado del programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), coordinado por dicho centro en colaboración con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

En este momento es responsabilidad del país invertir en cosas que rindan, generen bienestar y confianza en la agricultura. En 50 años el Cimmyt ha aportado 50 por ciento de las variedades modernas que se siembran en el mundo. Las semillas sembradas en 200 millones de hectáreas en el orbe fueron generadas en México.

Otro ejemplo de los beneficios del MasAgro es que a un lustro de su creación, ha entregado 40 variedades de maíz a los productores y este año, junto con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), otorgará 11 más para beneficio de los agricultores. Queremos que las semilleras nacionales amplíen su mercado, actualmente ocupan 39 por ciento de éste; el objetivo es que en cinco años tengan 50 por ciento, dijo.

Especialista en sistemas de producción agrícola y premio Norman Borlaug 2014, comentó que con la metodología sustentable de MasAgro se han logrado excelentes resultados en 900 mil hectáreas de pequeños productores; los rendimientos en promedio nacional en el caso del maíz se elevaron 20 por ciento; además, la efectividad de los asesores técnicos se multiplica 10 veces. Los productores aumentaron su ingreso 23 por ciento, explicó.

Agregó que en el caso del trigo hay que hacer mayores esfuerzos, ya que no se ha logrado un despegue significativo en los rendimientos, aunque los costos de producción se mantienen. México tiene potencial para producir trigo, particularmente en la región norte, por ello se iniciará una investigación de los espacios con potencial.

Con MasAgro se ha demostrado que invertir en tecnología hace que las cosas funcionen mejor, por lo que reducir el presupuesto para este tipo de programas es estancar el punto de despegue.

Explicó que el hecho de que MasAgro esté ligado al Cimmyt ha generado beneficios de recuperación de semillas originarias para las comunidades; por ejemplo, en Yucatán se retornarán a seis comunidades las variedades Tuxpeño y Tizicum Yacabá, que fueron recolectadas en 1948 y 1974, y se está conectando a los campesinos con el Centro de Investigación Científica de Yucatán (Cecy) para ampliar los bancos de germoplasma y de asistencia técnica.

En dicho periodo, la Sagarpa destinó 2 mil 137.3 millones de pesos a la aplicación del Mas-Agro, el cual tiene vigencia hasta el 2020, para entonces el gobierno deberá haber aportado 138 millones de dólares.

Como responsable del MasAgro, Govaerts ha insistido en que deben resguardarse en bancos de germoplasma los maíces criollos, pero no ser museos de pobreza. El objetivo del programa es trabajar con los campesinos para que la producción sea un ejercicio de nutrición y vendan ese tipo de maíz en el mercado a un precio excedente.