La mitad de las prendas de vestir que se consumen en el país tienen origen en el contrabando y la piratería, con pérdida estimada de 9 mil 451 millones de dólares y de 400 mil empleos en el sector, se destaca en el estudio Piratería en México y sus efectos en la sociedad, realizado por el Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado.

El estudio, de marzo de este año, indica que siete de cada 10 fonogramas que se adquieren en México son ilegales, lo que ha ocasionado la desaparición de 7 mil 500 puntos de venta de música original y el despido de 29 mil 500 trabajadores, así como la pérdida de 400 millones de dólares para el sector. También son piratas ocho de cada 10 películas, lo que inhibe la producción cinematográfica nacional, además de que genera pérdidas estimadas en 340 millones de dólares.

Juan Pablo Aguirre Quezada, autor de la investigación del IBD, destaca que del 1º de agosto de 2014 al 31 de agosto de 2015 la Procuraduría General de la República (PGR) registró 2 mil 845 averiguaciones previas iniciadas en el fuero federal por presuntos ilícitos en materia de derechos de autor y propiedad industrial.

El informe refiere que, según el Centro de Investigación para el Desarrollo AC (Cidac), el mercado sombra de la piratería pudo haber costado al país más de 43 mil millones de pesos en 2014, es decir, más que el presupuesto total de 2015 para el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y 34 por ciento más que todo el presupuesto del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, además de una pérdida de poco más de 6 mil millones de pesos por impuesto al valor agregado.

Aguirre Quezada da cuenta del análisis del Cidac y la American Chamber of Commerce of Mexico de junio de 2015, el cual detalla que en una encuesta realizada en vivienda, hombres y mujeres indicaron haber consumido algún producto de imitación o pirata en el último año: 68 por ciento adquirió cedés de música; 62 por ciento, películas en devedé; 41 por ciento, ropa y accesorios; 29 por ciento, calzado, y 25 por ciento, cosméticos, lociones y perfumes.

De los ciudadanos encuestados, dos de cada tres (66 por ciento) afirmaron que el costo fue la principal razón para adquirir un producto pirata, 16 por ciento lo compró por la facilidad de adquisición, 8 por ciento por su parecido con el original, 6 por ciento porque no encontró el original y 4 por ciento por su calidad.

Asimismo, 70 por ciento los adquirió en tianguis o mercados, 15 por ciento con ambulantes, 8 por ciento en tiendas, 3 por ciento con amigos o conocidos, uno por ciento por Internet, uno por ciento más en el Metro y otro uno por ciento por catálogo.

También cita que 53 por ciento de la población entrevistada manifestó que el mes anterior había erogado entre 1 y 100 pesos en piratería; 18 por ciento, de 101 a 250 pesos; 15 por ciento, de 251 a 500 pesos, y 4 por ciento de 751 a mil pesos.