La industria cinematográfica en México ha crecido de manera exponencial en años recientes; sin embargo, la distribución y consumo son asuntos complejos, por lo que el cineasta Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, analiza algunas estrategias para que las películas encuentren a su público sin pretender tener estrenos comerciales, como los de Hollywood.

Según el anuario del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), en 2015 de las 140 películas producidas sólo fueron estrenadas 80. Sin embargo, el total de estrenos a escala nacional, incluyendo los títulos estadunidenses, fue de 414.

Detalla que había 739 complejos cinematográficos, 5 mil 977 pantallas y 402 cineclubes.

En entrevista, Pelayo sostuvo que si bien el incremento de la producción es sustancioso, se debe plantear el problema de la distribución y exhibición con la finalidad de hallar el espacio para la proyección de las cintas, porque es ahí donde puede encontrarse con su público.

Aseguró que hay películas como Te prometo anarquía, Temporada de patos, La jaula de oro o Carmín tropical que aún exhibiéndose en las grandes cadenas serán más apreciadas en espacios más culturales, como la Cineteca o Casa del Cine, entre otros.

Explicó que con base en estudios hechos por la Cineteca se ha llegado a la conclusión de que la exhibición de cine de autor, de ficción y documental no se limite a la capital del país y pueda viajar a espacios como la Cineteca de Nuevo León, el Cecut de Tijuana y la Cinemateca de Zacatecas, donde se conglomeran públicos que gustan de propuestas novedosas, arriesgadas y de culto.

“Estoy convencido de que el problema del cine mexicano en términos de exhibición puede resolverse si se encuentran espacios para todas las películas que se producen (…) Hay que saber que no necesariamente tu cinta va a tener grandes auditorios por como es”, indicó.

Pelayo señaló: “Si quieres hacer una película que tenga grandes auditorios tienes que hacer una comedia con actores que llamen la atención, como en Nosotros los nobles, que está hecha en un género popular, basado en el cine de la época de oro. Indudablemente tendría una salida comercial grande, porque la gente que acude a los complejos gusta de estas propuestas”.

El cineasta mexicano recordó que se han perdido espacios de exhibición para el cine nacional, luego de que la última cadena de cine del Estado, llamada Operadora de Teatros, se privatizó.

Se vendió a lo que actualmente es Televisión Azteca y se vuelven un negocio inmobiliario, no de cine. Es ahí donde se perdió ese espacio para las películas populares, refirió.

Convencido de que la Cineteca es el recinto que más tiempo alberga las películas mexicanas, Pelayo detalló que mínimo se exhiben cuatro semanas a diferencia de los complejos comerciales, en los que si en la primera semana no alcanzan los parámetros de taquilla, salen de sus salas.

Pensamos que la películas deben tener un tiempo para que si gusta la recomienden, y la busquen para verla, enfatizó.