Durango, Dgo.

La familia Gaytán Rentería, radicada en California, solicitó a través del consulado de Estados Unidos que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) cierre las compuertas de la presa Lázaro Cárdenas, al menos dos días, para localizar el cuerpo del niño Bernardo Gaytán, quien cayó al río Nazas el pasado 2 de julio, día que llegó a pasar vacaciones en Durango.

Ayer se cumplieron ocho días de que el niño de seis años cayó al río Nazas cuando cruzaba un puente colgante en el poblado San Salvador de Horta, ubicado a 10 kilómetros de la cabecera municipal de Rodeo.

Desde entonces se han formado grupos de rescate y búsqueda, incluso han participado más de cien personas entre familiares, pobladores y personal de protección civil municipal, pero todo ha sido en vano; han buscado metro por metro alrededor de 12 kilómetros río abajo y no encuentran el cuerpo.

La búsqueda se hace más difícil pues la corriente del Nazas trae mucha fuerza debido a que la presa Lázaro Cárdenas está vertiendo 90 metros cúbicos por segundo, según reportes oficiales.

La presa capta el agua de la Sierra Madre occidental y en temporada de lluvias la desfogan hacia el río Nazas para el riego de cultivos de toda la Comarca Lagunera. Actualmente está a 40 por ciento de su capacidad; es considerada la más grande del estado.

El director de protección civil de Rodeo, Enrique Rentaría Rentería, explicó que la fuerza del agua es tanta que en cuestión de segundos la corriente puede arrastrar a una persona más de cien metros, lo que dificulta los trabajos.

Juvencio Gaytán, abuelo del menor, dijo que el niño nació en California y sus padres hicieron la solicitud al consulado de ese país para que la Conagua cierre al menos dos días las compuertas de la presa para facilitar la búsqueda con calma y sin más riesgos.

En estos momentos sólo pedimos que las autoridades entiendan y atiendan el llamado desesperado de la familia de Bernardo para que nos faciliten la búsqueda, expresó el abuelo del menor.

Bernardo llegó de California acompañado de sus hermanos y de su padre a Rodeo para pasar las vacaciones con sus abuelos; su padre, Saúl Gaytán, pretendía dejar a los niños en tierras duranguenses para regresar el día siguiente a trabajar en California y volver por ellos en agosto.

Ese sábado, a las 20 horas, el menor salió a caminar con su abuelo y un tío, quiso cruzar el puente colgante que atraviesa el río Nazas; sin embargo una tabla se rompió y el menor cayó al agua siendo arrastrado por la corriente. Su abuelo se lanzó al río para tratar de rescatarlo, pero fue en vano.