Tras un paro, los obreros son contratados por una compañía tercerista
De forma irregular la empresa automotriz depositó el contrato colectivo en una junta local en vez de la federal
El gremio de la CTM y el minero-patronal sólo se pelean las cuotas, denuncian
Sábado 9 de julio de 2016, p. 29
Sindicatos de protección se pelean a muerte los contratos colectivos de grandes empresas, como Dina Autobuses, y recurren a prácticas ilegales, burdas y gansteriles
para hacerse de estas titularidades.
Desde enero de este año, el sindicato minero-patronal
de Carlos Pavón se enlazó en una disputa feroz con otro gremio por ese contrato. El dirigente engañó a los trabajadores y los llevó a un paro; fueron despedidos más de 200 y de consuelo
les mandó 500 pesos a cada uno a través de uno de sus representantes apodado El Tequila.
En tanto, la empresa ya no tiene contratados directamente a los obreros, ya que introdujo a una compañía tercerista
denominada Passa SA de CV, la cual está registrada como prestadora de servicios y es la que emplea a los trabajadores.
Según copias de dichos contratos –proporcionadas por los obreros–, ahora laboran para Dina Autobuses, pero les paga y los contrata otra empresa. Detallan que tienen un patrón fantasma y un sindicato blanco
, lo que es una burla a la libertad sindical y un acto vergonzoso para el sector laboral.
Sin defensa
También entregaron documentos en los que señalan que están afiliados a un sindicato de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), cuyo representante es Mauro Atitlán Lemes, el cual no nos ha defendido de las múltiples violaciones laborales
.
Detallaron que en cambio dicho gremio se enfrascó en una disputa con el sindicato que encabeza Carlos Pavón por la titularidad, en la que los obreros salieron perdiendo. Esto es porque “Pavón usó a El Tequila (Víctor Navarrete, supuesto delegado de su sindicato) para engañar a los obreros de Dina y llevarnos al despeñadero”. Primero éste los convenció de llevar a cabo el paro del 20 al 22 de enero, luego que serían reinstalados el lunes 25 y que se les pagarían sus salarios, con el propósito de que los despedidos le firmaran las cédulas de afiliación a su sindicato.
Sin embargo, Pavón luego abandonó a los despedidos y de consuelo les mandó 500 presos con Navarrete, su incondicional
, indicaron los trabajadores, quienes sostuvieron que se trató de toda una trama para engañarlos y que, atemorizados por perder su trabajo, firmaran su adhesión al sindicato patronal, para con sus firmas demandar la titularidad de este contrato.
La disputa sigue, pero no por la defensa de los obreros, sino por quién se quedará con las cuotas sindicales, pues el de la CTM ni hace asambleas, sólo pacta a oscuras con el patrón, mientras el otro gremio que es minero-patronal nada más nos usó; ambos son igual de gansteriles
, añadieron.
También documentaron irregularidades cometidas por la empresa, que tiene cerca de 850 obreros, pues su contrato colectivo de trabajo está depositado en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Hidalgo, en Pachuca, cuando le corresponde la Junta Federal, donde estuvo de 1959 a 2006, es decir 47 años, porque así está estipulado en la ley.
Es decir, Dina Autobuses, al igual que diversas empresas grandes del país, se llevó su contrato colectivo de trabajo al ámbito local, cuando el sector automotriz es competencia federal, práctica que es socorrida por muchas compañías para así llegar a arreglos con autoridades laborales de los estados.
Además prácticamente se deshizo de su obligación laboral para con los trabajadores, pues éstos ya son contratados y despedidos por la compañía Passa, y no tiene ninguna responsabilidad legal con ellos, mientras sigue el duelo de sindicatos blancos, concluyeron.