Plantean esgrima verbal
entre ministros y aspirantes
Viernes 8 de julio de 2016, p. 16
Por última vez, el Senado elegirá en un solo proceso al total de los siete magistrados que integrarán la Sala Superior del Tribunal Electoral. Entre algunos de los juzgadores salientes existe la exigencia de blindar
el proceso de pertenencias o vínculos partidistas mediante un proceso de selección objetivo.
De acuerdo con fuentes de la Sala Superior del Tribunal Electoral no hay nada que convenga más a la política y a los partidos que haya jueces independientes e imparciales que legitimen los comicios presidenciales de 2018, en un contexto complejo en el país. Una apuesta contraria sería arriesgada, sabiendo lo que se juega
, advirtieron.
Magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) consultados resaltaron que ese órgano tiene apenas 20 años de formar parte del Poder Judicial y se ha demostrado que es mejor un magistrado sin pertenencia partidista, que pueda dialogar y sea independiente, que alguien que partidice.
A partir de ayer y hasta el 13 de julio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) recibe las solicitudes de los aspirantes a integrar la lista de 21 que conformarán alguna de las siete ternas que se presentarán al Senado, el cual tendrá hasta el 30 de octubre para elegir a los nuevos magistrados: dos concluirán su mandato el 31 de octubre de 2019; dos más el 31 de octubre de 2022, y los tres restantes el 31 de octubre de 2025.
La eficacia de una buena elección, indicaron quienes comenzaron su encargo en noviembre de 2006, se basa en que dominen criterios objetivos, previstos en la Constitución y las leyes del país, pero también por principios internacionales.
Citaron que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos recomienda, por ejemplo, que los concursos públicos de oposición y de mérito consideren la formación profesional, los años de experiencia requeridos para el cargo y los resultados de los exámenes para evitar nombramientos de modo discrecional
.
En cuanto a los detalles de la evaluación hay inquietud sobre si en 10 minutos, tiempo que puede durar el examen oral, los ministros de la SCJN podrán examinar a cada candidato. Por tanto, plantearon extender ese tiempo y que haya una verdadera esgrima verbal
entre aspirante y ministros.
Además, coincidieron en que este proceso deberá reforzarse porque dos magistrados durarán en sus encargos apenas tres años, es decir, calificarán la elección de 2018 y se retirarán. Ello rompe con un principio esencial de inamovilidad de los jueces.
Insistieron en que la selección se guíe mediante criterios objetivos para evitar que los futuros magistrados estén sujetos a presiones externas, dado que la Sala Superior resuelve conflictos políticos.
Como al Senado llegará un grupo compacto de 21 candidatos, consideran que tendrán oportunidad de hacer una evaluación más exhaustiva para garantizar la independencia e imparcialidad de los nuevos magistrados.