Ingenuos e irresponsables
l fantasma de la Pérfida Albión regresa disfrazado de referendo. En una decisión que consternó al mundo, el oportunismo político, verdades a medias, mentiras, ignorancia y la irresponsabilidad de la prensa coincidieron para propinar un golpe bajo a la Inglaterra que apostó por la unidad europea. Ganó la perversión de un sistema que, en última instancia, obtiene más beneficios dividiendo que amalgamando recursos para distribuirlos más equitativamente. Los sueños aterrizaron en una realidad que va más allá de las aspiraciones de quienes ahora se dan cuenta de su error y de la posibilidad de la balcanización europea. Es una realidad en la que se han puesto de relieve las insuficiencias de millones de ingleses marginados del bienestar, pero también de los millones de seres que han llegado a Europa para escapar de la guerra y la pobreza. Fue la contundente realidad que, entre otros acuerdos, torpedeó el de Shengen, que garantizaba la libre circulación en países participantes en el pacto europeo. Para quienes con las mejores intenciones diseñaron la posibilidad de una Europa unida, no encajaba una variante relacionada con la imposibilidad de crear una región desarrollada y próspera en un mundo cada vez más integrado, pero a la vez más desigual. Así es como se puede ver y entender la salida de Inglaterra de la Unión Europea.
Se entiende mejor el desenlace del referendo luego de que el primer ministro Cameron explicó las razones que lo propiciaron. Sin negar su responsabilidad, criticó la actitud demagógica de políticos irresponsables y de una prensa amarillista (léase Rupert Murdoch) que abrevaron en las condiciones de desigualdad dentro de Inglaterra, e infundieron temor e incertidumbre en el pueblo inglés, por la ola migratoria que inundó Europa recientemente.
Valga la experiencia para ajustar proyectos de unificación, como el europeo, a las condiciones de una realidad a la que no se pueden sustraer. En este mundo globalizado, las burbujas como la que se creó con la Comunidad Europea son algo excéntrico que no resiste la punzante realidad de grandes núcleos que han sido marginados del desarrollo y la distribución de recursos y la riqueza que ellos mismos producen. Muchos años después de que Celso Furtado dio cuerpo a la escuela de pensamiento que explica causas y efectos del desarrollo desigual, de repente cobran vigencia las mismas condiciones y efectos.
La lección inglesa también será útil para el futuro inmediato de Estados Unidos. Aunque las condiciones de Inglaterra son muy diferentes, aquellos que aplauden el nacionalismo mal entendido, la xenofobia y las intenciones aislacionistas de Donald Trump no han aprendido de la lección.
