Lunes 4 de julio de 2016, p. 25
San Salvador. La violencia ha disminuido sensiblemente en El Salvador este año, descenso que el gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén atribuye a una nueva cruzada contra las pandillas, que lanzó en marzo pasado con una fuerza de seguridad y aislando a los jefes en una cárcel de máxima seguridad. Las pandillas consideran que la cifra de ejecuciones se redujo gracias a una tregua entre las también llamadas maras. Un pandillero dijo a Ap que la disminución se debe a una orden que las bandas dieron a sus estructuras para cesar los homicidios, en lo que consideran una muestra del control que mantienen sobre sus miembros. En todo caso, durante mayo pasado se reportaron 351 asesinatos, y 353 en abril y 611 en marzo. El número actual, sin embargo, es alto todavía: la tasa de homicidios fue tan elevada el año pasado, que aunque se haya reducido actualmente a la mitad aún colocaría a El Salvador en los primeros 10 lugares de los países que tienen el mayor número de ejecuciones sin estar en guerra.