Es cada vez más difícil que los ciudadanos participen en la organización de las elecciones en la Ciudad de México, aun a cambio de un pago, y el Instituto Nacional Electoral (INE) reconoce que se debe a la falta de credibilidad en las instituciones y en las autoridades públicas, así como al aumento de la delincuencia.

Un estudio elaborado sobre el proceso de reclutamiento de ciudadanos durante los comicios de la Asamblea Constituyente señala que la quinta parte de los capacitadores electorales (que reciben un sueldo) renunció y 8 por ciento de los funcionarios de casilla fueron sustituidos por votantes de la fila el día de la jornada electoral, dado que no se presentaron a cumplir sus tareas.

En el diagnóstico Proceso de integración de mesas directivas de casilla y capacitación electoral. Elección del Constituyente de la Ciudad de México, señala también como una causa de las deserciones la premura con la que se organizó esta elección.

Dicho análisis resalta en relación con los comicios del 5 de junio, que “se presentó gran rotación de personal, situación que no se había presentado en tal magnitud, la cantidad que renunció al cargo de supervisores y capacitadores electorales.

Para ese proceso electoral se contrataron 381 supervisores y 2 mil 666 capacitadores, con lo que se cubrieron 3 mil 36 vacantes para los 27 distritos electorales de la ciudad.

Se presentaron 59 rescisiones de contrato, de los cuales 45 fueron porque dejaron de prestar el servicio. Y se registraron 436 renuncias, de las cuales 369 fueron por motivos personales y 45 por recibir mejores ofertas de trabajo. En total se sustituyeron 33 supervisores electorales y 530 capacitadores.

Explica que ese personal, contratado de manera temporal, no quiso participar por los sueldos o gastos de campo ofrecidos, que resultaron poco competitivos sobre todo en la Ciudad de México que es clasificada como vida estándar.

Se quejaron de las cargas de trabajo y a la alta inseguridad presentada en algunos distritos.

También señala que los aspectos sociales, si bien siempre han estado presentes en cada proceso electoral, es importante señalar que tuvieron un impacto en comparación con otros años, donde la falta de credibilidad de instituciones y autoridades públicas, el aumento de la delincuencia organizada y el delito han sido factor fundamental para contar con ciudadanos que acepten participar.

A ello se sumó el frecuente rechazo de los funcionarios designados a desempeñar el cargo, pues en algunos distritos electorales se presentó el fenómeno de que ciudadanos de último momento decidieron convertirse en representantes de partidos políticos con el argumento de que les ofrecían mayor remuneración para estar en las casillas.

La información proporcionada por la Junta Local de la Ciudad de México del INE indica que se dieron de baja en total 287 representantes de partido político que habían sido designados funcionarios de casilla.