La riña, entre el cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva, afirma el gabinete de seguridad
Manos libresal gobierno de Sinaloa para indagar violencia en la tierra de El Chapo
Jueves 30 de junio de 2016, p. 18
En la vigilancia e investigación de los enfrentamientos ocurridos en la zona de Badiraguato, Sinaloa, en las semanas recientes, el gobierno federal ha dejado las manos libres a las autoridades locales, señalaron funcionarios que participan en el gabinete de seguridad nacional.
Las confrontaciones han ocurrido entre grupos del cártel de Sinaloa, y la fractura de la organización que dirigen Joaquín El Chapo Guzmán Loera y El Mayo Zambada ha sido aprovechada por El Monchito, hijo de Alfredo Beltrán Leyva.
Los hechos recientes de violencia son considerados semejantes a los que tuvieron lugar en los peores días de la guerra entre los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva. Luego de la escisión en esta organización criminal, en 2008, esta entidad ha tenido jornadas violentas hasta de 17 muertos diarios, de acuerdo con reportes de la Policía Ministerial.
El pasado 23 de junio, 17 personas fueron asesinadas a balazos. Los municipios de Cosalá, Mazatlán, Badiraguato y Culiacán tienen la mayor incidencia de homicidios, que suman alrededor de 550 en lo que va del año, y cerca de 6 mil en cinco años y casi seis meses del gobierno de Mario López Valdez, Malova, en comparación con los 5 mil 500 que sumó la administración anterior, encabezada por Jesús Aguilar Padilla.
Luego del ataque perpetrado por un grupo armado, conformado por un desprendimiento del cártel de Sinaloa en la zona serrana y sicarios de los Beltrán Leyva que ingresaron el pasado día 11 a las comunidades La Tuna, La Palma, Arroyo Seco y Huixiopa, por la frontera con Chihuahua, la violencia empezó a bajar a las zonas urbanas. En La Tuna vive Consuelo Loera, madre de El Chapo, líder del cártel de Sinaloa.
La vivienda de Consuelo Loera fue saqueada por los agresores, luego de que les cortaron el servicio de Internet y telefonía. Los delincuentes ingresaron al inmueble y se llevaron seis vehículos, entre ellos tres motocicletas todo terreno. Versiones extraoficiales señalan que la madres del capo no estaba en el lugar y que fue sacada un día antes, en helicóptero.
Huyen 300 familias
Alrededor de 300 familias dejaron sus comunidades para buscar refugio en pueblos cercanos, la cabecera municipal de Badiraguato o en Culiacán. El saldo fue de al menos siete personas muertas, cuatro casas quemadas y cientos de desplazados.
Enfrentamientos y ataques de este tipo se dieron en buena parte de la serranía. En Cosalá fueron ejecutadas cuatro personas, entre ellas Juan Carlos Landeros Mariscal, conocido como El Güero 90, operador del cártel de Sinaloa en esa región.
También hubo siete decapitados en la comunidad de Cacalotán, zona serrana del municipio de El Rosario. Inicialmente, las autoridades señalaron que las víctimas se dedicaban a la tala de árboles, pero jefes de la tercera Región Militar informaron que los occisos formaban parte de una organización criminal, y por eso los asesinaron.