Sin tener el permiso para construir los 14 niveles de cada una de sus dos torres, el Instituto Nacional Electoral (INE) recibió ayer a 26 despachos interesados en elaborar el plan maestro, y pidió desmitificar este gasto, porque austeridad no significa necesariamente precariedad.

Bogart Montiel, titular de la Dirección Ejecutiva de Administración, señaló a quienes consideran un derroche el gasto de mil 40 millones de pesos en este proyecto de los recursos que se aprobaron para 2015 y 2016, antes de los recientes recortes presupuestales.

Hay que desmitificar el hecho de que hacer obra durante una época como la que vivimos no genere mejores oportunidades o reactive la economía. Es de todos sabido que el índice de inversión en activos fijos provoca la productividad y otros factores económicos.

Por lo pronto, de los mil 40 millones de pesos que el INE gastará en la construcción de las torres y la ampliación de varias zonas, 60 millones de pesos fueron presupuestados para el pago del proyecto ejecutivo.

Mientras representantes de diversos despachos de arquitectos realizaban un recorrido por las instalaciones del instituto para conocer los requerimientos, Montiel explicó que el permiso para construir los 14 niveles está en vías de expedirse.

La prensa dijo que ya estaba. Que me lo presten, pero lo que sí es una realidad es que está a punto de ser emitido por la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda.

Indicó que siguen proyectando 14 pisos aunque algunos plantean que son 17, porque el basamento será de doble altura para albergar la sala de usos múltiples y un comedor, además de que habrá dos pisos subterráneos para estacionamiento.

Aunque aseguró que podrían construirse 30 pisos por la capacidad del terreno, considerando los metros construidos contra las áreas libres.

Rubén Camacho, director de obra del instituto, comentó que no alcanzarán el potencial máximo, que –dio otra cifra– es de 20 niveles, de acuerdo con el llamado estudio de polígono de actuación.

Al preguntarle a Montiel si mantienen el proyecto de que las oficinas de los consejeros y altos mandos se ubiquen en lo alto de las torres, comentó que aún no se decide, pero es lo recomendado por las reglas de protección civil.

Casi en todas las organizaciones tanto públicas y privadas las áreas de dirección están en las partes altas, porque en esas áreas se concentran menos recursos humanos y frente a una evacuación si la mayoría estuviera arriba el riesgo frente a un colapso ocurriría de manera distinta, no deseada.

Actualmente, los consejeros electorales se ubican en un edificio de dos pisos y según, Montiel, la mayoría están a favor de permanecer ahí, pero hay otro grupo que quiere cambiarse a las nuevas torres.

Pese a las críticas, indicó que construirán un área deportiva (para lo cual deberán derribar un edificio, según el plan original), para que los empleados puedan realizar una pausa activa. Comentó que la pausa activa se realiza en los países más desarrollados y en México se impulsa a través de la Secretaría de Educación Pública para generar bienestar en los trabajadores y mejorar su eficiencia operacional.