Bruselas.

No habrá mercado único a la carta, advirtieron este miércoles los líderes de los países miembros de la Unión Europea (UE), durante la cumbre de dos días que se realizó aquí y a la que no asistió Gran Bretaña, que por primera vez en 40 años fue excluida.

En la segunda jornada del encuentro, los gobernantes comenzaron a trazar sus líneas de acción para eventuales negocia- ciones con Reino Unido sobre su salida del bloque, si bien en Estados Unidos el secretario de Estado, John Kerry, consideró que el Brexit (apócope del nombre del país y la palabra exit, que significa salida) podría no concretarse nunca y que Londres no tiene apuro por salir.

El resultado del referendo (británico realizado el 23 de junio) crea una nueva situación para la Unión Europea, señalaron los jefes de Estado y de gobierno de 27 naciones de la UE en una declaración final, en la que se declaró resuelta a permanecer unida y estar lista para abordar cualquier dificultad que pueda surgir de la actual situación.

Los líderes de la UE, que volverán a reunirse el 16 de septiembre en Eslovaquia, renovaron sus llamados a Londres para que active lo antes posible los procedimientos para salir del bloque y explicaron que no podrá haber negociaciones de ningún tipo antes de que esta notificación haya tenido lugar.

Kerry, sin embargo, afirmó que Cameron se siente incapaz de negociar una salida que no quiere. Sostuvo que el jefe de gobierno no quiere activar el artículo 50 del tratado de Lisboa con el que se iniciaría el plazo de dos años para concretar la salida. Se siente incapaz...de salir a negociar algo en lo que no cree y no tiene la menor idea de cómo hacerlo, afirmó.

Los gobernantes europeos, por otro lado, advirtieron que Reino Unido tendrá que aceptar la libre circulación de personas si quiere tener acceso al mercado único europeo, una vez que se separe de la mancomunidad.

Sobre los asuntos internos, reconocieron que mucha gente manifiesta insatisfacción con el estado actual de la UE e indicaron que lanzaron una reflexión política para dar impulso a más reformas. La canciller federal alemana, Angela Merkel, explicó que esto no conllevará relaborar el marco normativo de la UE.

En el interior de Gran Bretaña, Cameron pidió al líder laborista Jeremy Corbyn que dimita, tras perder la confianza de sus parlamentarios. ¡Por Dios, hombre, váyase!, acotó.

Corbyn hizo campaña en Reino Unido a favor de su permanencia en el bloque comunitario, pero muchos consideran que el líder laborista no lo hizo con la suficiente convicción.

Por lo pronto, Londres designó a Oliver Robbins, segundo secretario permanente del Ministerio del Interior, como jefe de la unidad que ayudará a negociar la salida británica de la UE, mientras quedaron abiertas ya las postulaciones para remplazar al primer ministro.

A todo esto, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, visitó Bruselas para conversaciones iniciales con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, destinadas a proteger el lugar de Escocia en la UE.