Joaquín El Chapo Guzmán Loera y sus abogados presentaron anoche en la oficialía de partes común de los juzgados de distrito dos demandas de amparo contra las órdenes que emitió la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para extraditarlo a Estados Unidos, pero será el miércoles de esta semana cuando los jueces que vayan a conocer de los juicios determinen si conceden las suspensiones que pidió el capo sinaloense para suspender su envío por tiempo indefinido.

En caso de que concedan los dos recursos a Guzmán Loera, los juicios de extradición pueden tardar hasta un año en resolverse, durante los cuales El Chapo permanecería en una cárcel mexicana.

Sus abogados sostienen que las cortes federales de California y Texas carecen de pruebas para juzgarlo por los delitos de narcotráfico.

Básicamente son tres los argumentos de los abogados de Guzmán Loera: dos de forma y uno de fondo. El propósito de los litigantes es que los amparos lleguen en unos meses a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para sentar un nuevo precedente en materia de extradiciones.

Uno de los planteamientos refiere que las autoridades estadunidenses que solicitaron las extradiciones carecen de legitimación, pues quien suscribe el trámite es un encargado de negocios de la embajada de Estados Unidos y no el embajador.

Otro argumento es que los hechos por los que se pretende juzgar a Guzmán Loera en Estados Unidos en realidad ocurrieron en México, y que si bien algunos efectos de esas conductas se dieron en el país vecino, los calificaron como no concretos y hasta subjetivos.

El tercer razonamiento expone que son insuficientes las pruebas ofrecidas por Estados Unidos contra El Chapo.