Porque lo arrabal no exime de la seducción, llevarán su tango al Teatro de la Ciudad
El espectáculo, integrado por 11 músicos, dos cantantes y cuatro bailarines, permitirá que el sonido se transforme en imagen
Presentarán su cuarta producción el próximo 2 de julio
Domingo 26 de junio de 2016, p. 7
No hay música sin silencio, afirmó en entrevista César Olguín, bandoneonista quien el próximo 2 de julio, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, ofrecerá el espectáculo Silencio somos OMT, título de un tango de Carlos Gardel, que a su vez da nombre al nuevo y equilibrado disco de la Orquesta Mexicana de Tango (OMT).
Ese día, 11 músicos, dos cantantes y cuatro bailarines plantearán la propuesta de la OMT para perturbar con la sensualidad y lo bravío de una danza que, se ha dicho, por momentos puede ser preámbulo para el amor, para el choque de cuerpos. Lo arrabal no exime de la seducción.
En el concierto, añadió Olguín, de origen argentino y radicado en México, se interpretarán canciones de su repertorio y piezas de Silencio somos OMT.
César Olguín acumula más de 30 años de vivir y de habitar en México. Hace ocho años decidió fundar la OMT ante la ausencia de agrupaciones de ese género surgido en Buenos Aires.
Con sus alumnos de bandoneón y artistas de violín, chelo y piano, comenzó la historia de la OMT, que ya ha producido tres discos: el primero homónimo, el segundo titulado El tango de México y el tercero Tango que me hiciste mal. Ahora estrena su cuarta producción discográfica.
El espectáculo contará con las voces de Pablo Ahmad y Freddy Potenza, mientras que dos parejas de bailarines permitirán que el sonido se transforme en imagen: Luciano Brigante y Alejandra Orozco, además de Valeria Lorduguin y José Luis Zamudio.
Los bandoneones estarán a cargo de César Olguín (que además dirige), Raúl Vizzi y Clara Stern; al violín estarán Citlalli Hernández, César Solís, Alejandro Flores, Roberto Montes, Nadia Cano y Viera Khovilaguina. En el contrabajo Mario Cortés y al piano Frania Mayorquín.
Celebran su octavo aniversario
El músico dijo que en esta ocasión tiene dos motivos sustanciales para el concierto: festejar el octavo aniversario de la OMT y la luz del cuarto cedé. “Hemos sumado un ejecutante más a la orquesta y ya somos 11. El título del disco alude a tres razones en lo que se refiere a la palabra silencio: el tango Silencio, que es de Carlos Gardel, que tiene una historia particular, en el sentido de que Gardel, cuando vivía en París, en la década de los 30, un día caminando por un cementerio que estaba detrás del departamento que habitaba se encontró con cinco tumbas, que eran de cinco hermanos muertos en la Primera Guerra Mundial.
“Se lo comentó a Horacio Pettorossi y a Alfredo Le Pera. Éste le puso la letra a partir de lo que le había contado Gardel, quien hizo la música. El eje central es el silencio en la noche; ya todo descansa, y el silencio de esa madre ante la pérdida de sus hijos. Se quedó sólo con cinco medallas.
“Los otros dos elementos son la imagen de una enfermera invitando al silencio. Esa imagen me impactó mucho en mi infancia, porque era muy común en los santarios, y que yo la asocio con mi silencio, que reinaba en esos sitios y que se ha perdido por estos valores que se van modificando, quizá por la tecnología, por la idea de romper con ciertas normas. Tengo muy presente el silencio casi religioso que había en esos lugares. Se respetaba y estaba asociado con el dolor de los pacientes, de los enfermos.
El otro elemento es que para nosotros los músicos el sonido es esencial. El silencio no es más que el principio del sonido, de la misma manera que para el pintor lo representa el espacio en blanco de la hoja. Estos tres elementos fueron el detonador para hacer este nuevo disco.
El músico habló del silencio, de la música, del sonido, que ocurre entre silencios. Silencios cortos y largos... eternos.
“Con el silencio se puede hablar de lo bueno y de lo malo, de los fantasmas que nos habitan. El disco, en tanto que de tango, tiene un lado down, de melancolía, de tristeza, de nostalgia, pero en este caso no es lúgubre. Es equilibrado. Hay una milonga, que es un poco más alegre. Viene el tango Por una cabeza, de Gardel. Viene Amor de trapo, inédito. Ahora lo saqué a la luz. Hay tres temas que acá gozaron de mucho éxito a nivel de bolero, dos de ellos, y el tercero como ranchero: Quiero verte una vez más, Te odio y te quiero, que fue un éxito en los años 60 en la voz del ecuatoriano Julio Jaramillo, y Sombras nada más, que interpretó en su estilo Javier Solís.”
Precisó que hay tangos que se vuelven populares por el cine, como es Por una cabeza, que se oye en Perfume de mujer y que baila Al Pacino, quien interpreta a un ciego que pide las coordenadas para danzar el tango: ¡Dame las coordenadas, Charles!
Silencio somos OMT se presentará el próximo sábado 2 de julio, a las 19 horas.