En los hechos del domingo pasado en Nochixtlán, Oaxaca, 51 integrantes de la Policía Federal resultaron heridos. Ayer reportaron a siete de ellos graves; a uno le fue amputada una mano y otro perdió un ojo.

Funcionarios de la Secretaría de Gobernación consultados dijeron que el uniformado que perdió un ojo se encuentra al borde de la muerte. Los daños más severos, precisaron, fueron provocados por cohetones.

Integrantes de la Comisión Nacional de Seguridad informaron que los heridos son atendidos en diversos hospitales –públicos y privados– y que de manera independiente al resultado de las investigaciones, respecto al diagnóstico del uso de la fuerza y de los responsables de las muertes ocurridas en Nochixtlán, es necesario tomar en cuenta también a los uniformados agredidos, algunos muy graves, precisaron, justo al momento que se daba a conocer la información acerca de tres federales acribillados en un restaurante de Chilapa, Guerrero.

Desde hace varias semanas, se reportan bloqueos carreteros en 37 puntos estratégicos de Oaxaca, considerados de esa forma principalmente por la ruta de traslado de víveres y abastecimiento de combustibles; las autoridades locales y federales afirman que hay actos vandálicos cometidos por la presencia de grupos ajenos a la causa magisterial.