La inmunoterapia es uno de los tratamientos contra el cáncer menos invasivos y más eficaces, afirmó la especialista Carolina Blanco Vásquez, de la Sociedad de Oncología de México. Diseñada para que el sistema inmunológico ataque al tumor, una de sus principales ventajas es que el paciente conserva su calidad de vida al no presentar efectos adversos.

La solicitud de licencia del medicamento se encuentra en trámite ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), y en julio o agosto de este año podría ya existir el permiso para que se comercialice en México, como sucede en otros países, anunció en conferencia de prensa.

En el territorio nacional se ha administrado a pacientes con el concepto de uso compasivo, es decir, si un fármaco aún no cuenta con aprobación oficial, los laboratorios pueden proporcionárselo si se adhieren a un protocolo de investigación.

La inmunoterapia es un suero que se administra cada dos o tres semanas, dependiendo de lo que necesite cada enfermo, explicó Blanco Vásquez, quien también es miembro de la Sociedad Americana de Oncología Clínica. Las infusiones se aplican en un lapso de 30 a 90 minutos, explicó.

En las guías internacionales, aseveró, está aprobada desde 2014 para combatir el melanoma, por ejemplo. Los pacientes con esta variante de cáncer lo aceptaron muy bien, tuvieron una esperanza de sobrevida de dos años, una vez que el tumor hizo metástasis. Quienes no han sido tratados con ella sólo alcanzan nueve meses. Incluso, aseveró, en algunos casos ha logrado erradicar la enfermedad. Los avances en inmunoterapia toman cada vez más fuerza y con investigaciones en cánceres agresivos como melanoma o pulmón, en el riñón o linfoma de Hodgkin, indicó.

Para muchas personas con diagnóstico de cáncer a veces es peor el tratamiento que la propia enfermedad. En general, los pacientes la toleran muy bien, no requiere premedicación elaborada, no se les cae el cabello, no presentan náuseas y no se les bajan las defensas.