Domingo 19 de junio de 2016, p. 8
En el pasado proceso electoral, las expresiones de los ministros de culto, en particular hacia la iniciativa del presidente Enrique Peña para legalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo, sí influyeron en el voto antipriísta, dijo Elio Masferrer Kan, presidente de la Sociedad Latinoamericana para el Estudio de las Religiones.
Si bien un tema no es decisivo por sí solo en la decisión de un elector, el tema tuvo peso. Según encuestas levantadas por el equipo de Masferrer Kan, doctor en antropología, el cambio de opinión o posición ocurrió fundamentalmente en dos grupos: los católicos y los evangélicos mayores a 55 años, en particular los mormones. A la mayoría de los jóvenes, más allá de su creencia religiosa, el tema de los matrimonios de ese tipo los tiene sin cuidado.
El especialista calcula que el tema en cuestión pudo haber influido en 20 por ciento de los electores evangélicos, grupo que ha cobrado fuerza en entidades como Veracruz y Tamaulipas. En consecuencia, el voto contrario al PRI habría favorecido a otros partidos como Encuentro Social, Acción Nacional e incluso Morena, este último encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
“El voto conservador católico es en favor de Acción Nacional. Lo único que hizo la iniciativa (de Peña Nieto) fue confirmar esa tendencia. No ocurre lo mismo con los evangélicos; los jóvenes tienden a ser permisivos en torno al matrimonio igualitario, pero es inaceptable para los de mayor edad.
Este último grupo era un voto seguro para el PRI; entonces, la medida de Peña incidió en el voto evangélico conservador. Ahí perdió ese caudal electoral, ese voto duro, lo que en mi opinión marcó la diferencia (del resultado electoral) en ciertas entidades
, señaló.
Masferrer Kan fue enfático en que si bien la iniciativa hacia la legalización de matrimonios igualitarios influye pero no es total para la toma de decisiones porque para ello cuenta, además, otros como la situación económica o de inseguridad y violencia.
Adicionalmente, señaló, persiste la molestia de la jerarquía católica ante el tema en cuestión, la cual se explica porque en la reciente visita del Papa a México se negoció con el gobierno, dijo, que el tema de matrimonio igualitario no sería incluido en las políticas públicas o iniciativas de ley.
No obstante, el 17 de mayo pasado, el presidente Peña Nieto presentó su iniciativa. “La Conferencia del Episcopado Mexicano se siente chamaqueada”, expresó, de ahí sus actitudes contrarias al Presidente y su gobierno, lo mismo en el ámbito político que en el trato hacia la coordinadora magisterial, por ejemplo.
En cuanto a la posibilidad de que los ministros de culto de la Iglesia católica sean denunciados y eventualmente sancionados, dijo que es probable que los aludidos se defiendan con base en los propios convenios que ha firmado México en materia de derechos humanos, relacionados con la libertad de expresión, así como los preceptos en favor de la libertad religiosa, de normas éticas y de conciencia.
A ello se agrega que la Secretaría de Gobernación, dijo, no ha sido muy entusiasta para sancionar a la Iglesia católica. Por tanto, un análisis profundo del caso vendría, en todo caso, de los tribunales electorales más que de un juez de turno o de la Suprema Corte.