Berlín.

La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió este viernes de la radicalización del debate sobre el referendo para la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (UE), un día después del asesinato de la diputada británica proeuropea Jo Cox.

Es un acto horrible. La lección que debe quedar es que tenemos que mostrar respeto, incluso si tenemos opiniones políticas diferentes, afirmó la canciller, ferviente partidaria de que Gran Bretaña permanezca en la UE.

La exageración y radicalización de los discursos no contribuyen a la creación de un ambiente de respeto, dijo en una rueda de prensa. La canciller federal advirtió el jueves pasado que si Reino Unido se retira del bloque, ya no se beneficiaría de las ventajas de la Unión Europea, como el mercado único.

Algunos simpatizantes del llamado Brexit defienden que, aunque Reino Unido abandone la UE, podría negociarse un estatuto privilegiado que le permita beneficiarse de la mayoría de las ventajas del bloque, especialmente en materia comercial, como ya sucede con Noruega y Suiza.

Merkel realizó esas declaraciones en Berlín en una rueda de prensa conjunta con su homólogo eslovaco Robert Fico, quien asumirá a partir del primero de julio la presidencia rotatoria del bloque europeo.

Las negociaciones que llevamos a cabo 28 países miembros se convertirían en negociación entre 27 estados miembros y otro que estaría considerado como un Estado exterior al bloque, declaró la canciller.

No puedo imaginar que esto constituya una ventaja para Reino Unido, agregó Merkel, quien reiteró su deseo de que los británicos sigan en el bloque. La decisión, sin embargo, es de los ciudadanos, subrayó.

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, advirtió a Gran Bretaña que la salida de la UE es para siempre y que afectaría ante todo a los británicos, durante el Foro Económico internacional en San Petersburgo.

El ministro francés de Economía, Emmanuel Macron, expresó a la radio RTL que el referendo sobre la permanencia de Reino Unido en la UE marca el fin de una Europa ultraliberal sin proyecto político.

El primer ministro británico, David Cameron, llegó el viernes a Birstall, West Yorkshire, para rendir tributo a la diputada asesinada el jueves pasado por un simpatizante del Brexit.

Ahí donde veamos odio, divisiones e intolerancia tenemos que erradicarlas, dijo Cameron después de dejar una ofrenda floral a la diputada laborista.

Cameron estuvo acompañado por el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, y el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow. Recordó que la tolerancia es la base de la democracia británica.

Corbyn anunció que el Parlamento se reunirá el lunes en memoria de Cox, interrumpiendo el receso obligado por el referendo de la UE.

Dos niños perdieron a su madre, un marido ha perdido a su querida esposa y el Parlamento a una de sus defensoras más brillantes y apasionadas, aseveró Cameron sobre Cox, a quien conoció en Darfur en 2006, cuando era activista de la organización no gubernamental Oxfam.

La campaña para el referendo seguirá suspendida hasta este sábado.

Los medios se interrogan sobre las motivaciones del asesinato de Cox y señalan el discurso agresivo que se ha utilizado durante la campaña del Brexit, ya que, según la prensa, Thomas Mair, de 52 años, autor del crimen, gritó antes de disparar y atacarla con una navaja: “¡Britain first!”, ¡Reino Unido primero!, lema de la ultraderecha británica.

La policía británica prioriza dos líneas de investigación, los problemas mentales del sospechoso y su relación de éste con la extrema derecha.