Montevideo.

La Organización de Naciones Unidas (ONU) se dijo preocupada por los actos de corrupción en el sector privado brasileño y la capacidad del gobierno interino para enfrentarlos.

Un informe, presentado ayer por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, expresa preocupaciones por la indebida influencia empresarial, que puede repercutir no sólo en la regulación y formulación de políticas públicas, sino en las próximas campañas electorales.

El documento señala que la capacidad del gobierno brasileño para supervisar las operaciones de negocios puede “verse afectada por procesos de finaciamiento político y lobby corporativo”.

La embajadora brasileña ante el organismo afirmó que el documento tiene una idea equivocada del país sudamericano, reseñó el diario Jornal do Brasil.