Senadores de PRI, PT y PRD deploraron que la cúpula empresarial se haya inconformado por obligarlos a presentar declaraciones patrimonial, de intereses y fiscales, establecidas en las leyes anticorrupción.

El coordinador del PT, Manuel Bartlett, dijo que debería darles vergüenza esa postura y haber realizado ayer una movilización grotesca para presionar y que no se les aplique la ley 3 de 3 que ellos impulsaron, como si no estuviera clara la colusión del sector privado con el poder público para lucrar. Basta recordar, dijo, la Casa Blanca de la esposa del Presidente de la República.

Alejandro Encinas (PRD) les recordó que la corrupción tiene dos caras: el que corrompe y el que se deja corromper, y hay un grupo pequeño de grandes empresarios que se ha enriquecido con contratos y obras públicas, muchas veces con base en sobornos.

En tanto, el priísta Joel Ayala pidió a los integrantes de la cúpula patronal no quejarse y recordar que también manejan recursos públicos y deben dar cuenta de ello. La ley debe ser pareja, pero los empresarios quieren siempre defender sus grandes intereses.

Bartlett resaltó que fue la Coparmex, por medio de organizaciones afines, como el Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco) o Transparencia Mexicana, la que tomó como bandera la ley anticorrupción, no organizaciones ciudadanas, como se ha dicho, y ahora quieren quedar fuera de las normas que se establecieron.

En contraparte, el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth, señaló que los integrantes de la Coparmex tienen derecho a ser escuchados.