Morena desbancó al PRD como tercera fuerza en las pasadas elecciones al casi duplicar la votación obtenida hace un año en los comicios de diputados federales, mientras el perredismo tuvo retrocesos en las preferencias entre los ciudadanos.

Un estudio comparativo de los votos obtenidos en las elecciones de diputado federal de 2015 en 12 entidades con las de gobernador en 2016 muestra que tanto el PAN como Morena fueron los principales beneficiarios del voto de castigo al PRI y el perredismo no avanzó.

Este análisis de los resultados obtenidos por cada partido evidencia que ni Morena ni PRD fueron competitivos, ni lo serían si estuviesen unidos como antaño en estados del norte: Chihuahua, Durango, Sinaloa, Tamaulipas, Aguascalientes, además de Puebla. Los bastiones de la izquierda siguen en el sur del país y en Zacatecas.

Al desglosar los votos emitidos para cada partido el 5 de junio se puede ver que Morena recibió el año pasado 788 mil sufragios, o sea 8.85 por ciento, y en 2016 elevó su cuota a un millón 706 mil, cifra equivalente a 13.5 por ciento.

No obstante, según el representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE), Horacio Duarte, llegan a 2 millones y medio, y 16 por ciento, si se suman los sufragios recibidos en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México y los del Congreso local de Baja California.

Lejos de beneficiarse del crecimiento del voto en 12 estados, debido a la mayor participación ciudadana, el PRD pasó de tener 853 mil votos a 978 mil 668 este año, pero en términos porcentuales decayó. El año pasado en esos estados recibió una votación equivalente a 8.22 por ciento y este, 7.74 por ciento.

El análisis se hizo con base en el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de las elecciones de diputados federales, donde la participación ciudadana fue de 40 por ciento en promedio, con 10.3 millones de votos, y los PREP de 12 entidades que este año arrojaron 12.6 millones de votos con una participación de 53 por ciento.

Lo que aumentó el peso político de Morena fueron, sobre todo, los segundos lugares logrados en tres estados, uno de ellos Veracruz, muy codiciado por su numerosa población votante, además de Oaxaca y Zacatecas.

Perredistas pierden bastiones

En las elecciones a gobernador ocupó el tercer sitio en Puebla y Quintana Roo; fue cuarto en Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala e Hidalgo y quinto en Durango.

Si bien el PRD fue primera fuerza en Tlaxcala, no le sirvió para ganar la gubernatura, no ocupó ningún segundo lugar y fue tercero en Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Oaxaca y Zacatecas, los dos últimos, otrora bastiones del perredismo.

En Puebla, Veracruz y Quintana Roo ocupó el cuarto sitio, en Tamaulipas el quinto y se fue hasta el sexto en Sinaloa, siendo que en esa entidad el gobernador Mario López Valdez llegó bajo las siglas del PAN-PRD-Convergencia.

No obstante estos avances, el binomio PAN-PRI sigue siendo mucho más fuerte que la izquierda en el norte del país. Por ejemplo, en Chihuahua el blanquiazul consiguió 452 mil votos; el PRI, 306 mil, mientras el PRD apenas logró 26 mil 818 votos y Morena, 26 mil 605.

En Durango, el PRD aportó a Acción Nacional un pedazo de 55 mil votos que necesita para derrotar al PRI, pero fue muy inferior a los casi 229 mil ganados por el PAN y los 240 mil del tricolor.