a semana pasada científicos brasileños arreciaron sus protestas por lo que consideran la degradación del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MCTI), el cual fue fusionado unilateralmente con el ministerio de Telecomunicaciones. La fusión ocurrió apenas unos días después de que el gobierno del presidente interino Michel Temer asumió un mandato que es en esencia transitorio. Desde entonces, las inconformidad de los investigadores ha ido en aumento, las protestas se han realizado en los campus universitarios y fuera de los laboratorios nacionales y de los edificios públicos de Río de Janeiro, Porto Alegre, Brasilia, Belo Horizonte, Petrópolis y Belem. La protesta de la comunidad científica en las calles constituye un acontecimiento inusual, no sólo en ese país, sino en el mundo entero, y es una llamada de atención a todas las naciones de América Latina sobre los riesgos que representa para el desarrollo científico la actual versión de los golpes de Estado, como el que pretende sustituir a la presidenta Dilma Rousseff.

Además de las manifestaciones públicas, las protestas han adoptado distintas modalidades. Entre ellas un manifiesto enviado a Temer firmado por 13 organizaciones científicas de ese país, entre ellas, la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia y la Academia Brasileña de Ciencias al que ya me he referido aquí (La Jornada 24/5/16). Más recientemente se ha iniciado una campaña en la cual los investigadores han sustituido las fotografías que aparecen en la plataforma Lattes del sistema nacional del Consejo de Desarrollo Científico y Tecnológico de Brasil –el organismo responsable de la descripción de las calificaciones y de las principales publicaciones de científicos y académicos brasileños. Lo mismo está ocurriendo en las redes sociales como Facebook. En lugar de la foto del investigador aparece la leyenda #FicaMCTI (Qué se quede el MCTI) o bien #VoltaMCTI (Que vuelva el MCTI).

La campaña nació como una iniciativa de la Asociación de Profesores de la Universidad Federal de Río de Janeiro y ha crecido día con día con la incorporación de científicos brasileños de gran prestigio internacional como el ex ministro Sérgio Rezende, Paul Artaxo, Vanderlan Bolzani, y el antropólogo Otávio Velho. Uno de los participantes en esta protesta es Artur Avila, investigador del Instituto de Matemáticas Puras y Aplicadas en Río de Janeiro y en el Centro Nacional de la Investigación Científica de Francia (CNRS). Avila, quien es el único brasileño que ha obtenido la Medalla Fields –presea que es el equivalente al Premio Nobel en el campo de las matemáticas– realizó además un breve video (que aparentemente fue filmado por él mismo con un teléfono celular mientras camina por una habitación) en el que hace un llamado a todos sus colegas a participar en este movimiento.

La noticia de las protestas ha tenido espacio en las principales revistas científicas del mundo, como lo ilustra la nota del periodista brasileño Claudio Angelo aparecida el viernes pasado en Nature, en el que ofrece en su texto algunas imágenes que transmiten el estado de ánimo de los investigadores en las manifestaciones callejeras, en las que algunos llevan las batas blancas que utilizan en los laboratorios y máscaras de papel con los rostros de Einstein y Temer; o carteles ingeniosos (u ofensivos, según quien lo interprete) como una bandera con el rostro del presidente interino con la leyenda que dice: Sin ciencia no habría viagra. Angelo aclara en su nota que Temer tiene 75 años y está casado con una reina de belleza de apenas 32 años.

En mi opinión uno de los acontecimientos más importantes en las semanas recientes fue la reunión realizada por la Academia Brasileña de Ciencias con el actual ministro interino del nuevo ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Telecomunicaciones, Gilberto Kassab. En ella, los investigadores realizaron un examen de muy alto nivel del desarrollo de la ciencia en Brasil en los pasados 10 años, en los que esa nación se convirtió en líder científico de América Latina y ocupa uno de los sitios más destacados en la ciencia mundial. En ese encuentro los investigadores pudieron expresar abiertamente sus objeciones a la fusión de los ministerios. La sesión está disponible en Youtube.

Los políticos son iguales en todo el mundo. El ministro interino Kassab ofreció diálogo, subrayó la importancia de la ciencia para el actual gobierno interino, prometió también más recursos económicos para la investigación (los cuales ciertamente se habían reducido por la crisis económica durante el gobierno de Rousseff), renegociar un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo para rescatar a la ciencia… Pero no se dará marcha atrás con la fusión de los ministerios. Entonces no se llegó a nada, por lo que es muy probable que las protestas continúen.