En la Ciudad de México se estima que alrededor de 85 mil niños y adolescentes se ven obligados a trabajar, lo que equivale al 5 por ciento de ese sector, señaló el representante de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba, Thomas Wissing Pfeiffer.

Al señalar que 32 por ciento de dicho universo no asiste a la escuela, manifestó que es necesario ir más allá del discurso e impulsar alternativas que permitan erradicar el trabajo infantil con programas de salud y educación, así como con escuelas de tiempo completo y guarderías, pero sobre todo con estrategias que permitan a los padres de esos infantes tener un trabajo decente y ofrecerles protección social cuando pierden el empleo.

Al conmemorar el Día Mundial contra el Trabajo Infantil en el Bosque de Chapultepec, señaló que si bien se ha avanzado en esta materia, al grado de que el menor número de niños trabajadores se tiene en la capital del país, el representante de la OIT manifestó que el problema persiste en agravio de sus derechos.

Acompañado de funcionarios del gobierno capitalino, agregó que si bien muchas familias necesitan que los niños trabajen para mejorar el ingreso, no son concientes del daño que se hace a los menores, que en muchos casos ni siquiera reciben una remuneración, ya sea porque tienen que laborar con sus padres o hermanos o son víctimas de explotación.

Al respecto, el director del Sistema de Transporte Colectivo, Jorge Gaviño Ambriz, señaló que en el caso de ese organismo se ha establecido un protocolo para ayudar a los infantes que se ven obligados a trabajar como vagoneros, de allí que nueve han sido llevados al Ministerio Público en calidad de víctimas para proporcionarles atención, e incluso se ha consignado a mayores de edad que los explotaban.

Asimismo, anunció que se pondrá en marcha una campaña contra el trabajo infantil en toda la red del Metro, que incluye videos y carteles, así como la emisión de 10 millones de boletos conmemorativos, con el propósito de lograr su erradicación, no sólo dirigida a los mayores, sino también a los niños, con el propósito de que conozcan sus derechos.