Por conducto de Grupo AVTE, Mónica Renata Cisneros Gutiérrez realizó los trámites para adquirir una casa en la delegación Gustavo A. Madero. El inmueble supuestamente era propiedad de un deudor de BBVA Bancomer, con valor de un millón 145 mil 500 pesos, que según la empresa inmobiliaria podía negociar con la modalidad de cesión de derechos litigiosos para su venta. A pesar de los pagos que hizo por la compra del bien ésta no se concretó y hasta el momento el dinero no le ha sido devuelto.

Tras el quebranto, Mónica, madre soltera que invirtió todos sus ahorros en hacerse de un patrimonio, interpuso una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México, debido a que ya ni siquiera le permiten el acceso a las oficinas de ese grupo inmobiliario, luego de que el banco vendió la casa, ubicada en la calle Perfeccionada número 36 del lote 96, manzana 28, en la colonia Industrial Vallejo.

De acuerdo con su testimonio, el cual también expuso ante la PGJ en julio de 2015, por Internet vio la casa en venta y se puso en contacto con la Grupo AVTE. Tuvo respuesta inmediata por conducto de Esenia Magali Pascual Sánchez y Ricardo Armando Velázquez Torres.

Los representantes de esa empresa le explicaron que derivado del incumplimiento de pago de hipotecas a instituciones financieras, los derechos del inmueble se convirtieron en instrumentos de inversión que ellos podían negociar.

Narró que fueron amables y sostuvo una serie de entrevistas en sus oficinas, ubicadas en el piso 13 del edificio El Greco, en la avenida Insurgentes Sur 105, colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc, donde acordaron el precio y los pagos por el inmueble que, según ellos, estaba en remate.

El 27 de agosto de 2015 realizó un depósito a la cuenta 072180002522377578 a nombre de Impulsora de Grupo AVTE por 343 mil 650 pesos en Banorte. En septiembre del mismo año, al notificar que depositaría el segundo pago por 801 mil 850 pesos, fue informada de que la casa ya había sido vendida.

Ante el “engaño, con mis propios recursos investigué y descubrí que nadie vinculado a la casa en venta conocía o tenia relación con Grupo AVTE, que quienes vivían en la casa eran los dueños y que la inmobiliaria nunca fungió como apoderada del inmueble.

Enfrenté a Pascual Sánchez y a Velázquez Torres, quienes se comprometieron a regresarme el dinero el 29 de febrero pasado, pero no lo hicieron y ahora ya nadie me contesta. Ricardo, quien me dijo que era el dueño de AVTE, siempre se niega a responder a mis llamadas.

Luego de varios intentos, sin éxito, se le prohibió entrar a las oficinas y ante la pérdida de su dinero recurrió a la vía legal para evitar que dicha empresa siga defraudando a compradores de buena fe y para recuprar su inversión.