ras dar cuenta de múltiples festivales de primavera, así como de lanzamientos discográficos cruciales, quizá la Ruta Sonora de hoy desconcierte al ofrecer de forma algo tardía lo que mejor sonó en 2015 (y sigue sonando en 2016) en español. Pero era un listado pendiente que además busca empatarse con los Premios IMAS 2016 (7 de junio), próximo reconocimiento a la música independiente hecha en México (con los que quizá haya una que otra coincidencia). Con o sin independencia discográfica, ya sea indie-acústico, rock o electrónica, va la primera selección de este apartado, dentro de un mapa donde Argentina anda a la baja en novedad, mientras España gana terreno con extraordinarios sonidos; Chile sigue adelante con su gran auge reciente, mientras México sigue liderando la profusión musical en todos los géneros posibles.

1. Za! Loloismo (España). De Barcelona, experimentación que cruza free-jazz con post-rock y electrónica. Sin sonar pretencioso, fluye con humor e inventiva demente donde gritos y sílabas borrosas se difuminan en medio de un extraordinario caos ordenado.

2. Le Parody. Hondo (España). Sole Parody es la cerebro tras esta belleza de sonoramas electro-ambientales, sampleos espaciales, música tradicional del sur de su país y una voz de terciopelo con coros reverberados. Bellísimo, original.

3. KH40SSS. La irremediable esperanza del olvido (México). De Puebla (Ricardo Hernández) llega este impresionante pero sutil trabajo experimental. Aunque es generado con sintetizadores infinitos se oye natural, orgánico, ambiental. Genial.

4. Warm Places. Palacios 3 (México). Electrónica que abreva del dubstep pero se abre a otros laberintos rítmicos, con suaves coros sin palabras a contratiempo, sobre beats que se quiebran caleidoscópicamente, con ánimo a la vez pop y de vanguardia. Chulada.

5. The Holydrug Couple. Moonlust (Chile). Pasajes ambient-sintéticos a los que se les podría tildar de fusilarse el Currents de Tame Impala, sin embargo, el de los chilenos fue editado antes. Cantos ocasionales en inglés flotan sobre esta exquisita avalancha cósmica.

6. Empate entre Niño de Elche y su Voces del Extremo y Crudo Pimiento y su Fania Helvete (España). El primero combina el cante jondo con inteligentes letras absurdo-posmodernas y electrónica-rock pachequísima. El segundo hace un delirante collage de sampleos, guitarrazos hard-core y ritmos tribales, con letras también emparentadas con la ironía. La pura enfermedad.

7. Empate entre instrumentales de altura: Cronomad: Solve; De Osos: Instrucciones para dejar ir, y La Orquesta Vulgar: La Víctima del Caníbal (México). El primero: finísimo jazz-progresivo-psicodélico para flotar. El segundo: post-rock-indie-ambient, tanto acústico como eléctrico, para soñar. El tercero: jazz-funk tropical de efectivo talante para mucho gozar. Buenas sorpresas nacionales.

8. Guadalupe Plata. Guadalupe Plata (España). Trío de Jaén de enorme misterio, que en busca de pelea, terrenos baldíos, perros, ratas y demás historias oscuras bien gritadas, hipnotiza con su rock forajido y sucio, directo y sencillo, pero totalmente endiablado.

9. Los Espíritus. Gratitud (Argentina). Historias urbanas, tristes, envueltas en un blues-rock selvático, tribal, de congas y bongóes. Guitarras maestras a cargo de Maxi Prietto (Prietto viaja al cosmos con Mariano) y hondas letras de éste y Santi Moraes. Exquisito.

10. Empate de electrónica avezada: Trillones: El tiempo es circular; KDMQ: Cry Room IV, Lovelessness Creature; Alberto Ctllo: Alberto Ctllo, y Macross 82-99: Cham! (México). El primero hace maravillas digitales a punta de lúdicos y suaves retruécanos rítmicos y ambientales. El segundo: ambient instrumental en mini-beats, con guitarras, sonidos análogos y vocecitas lejanas en inglés, de alto asombro. El tercero casi roza el electro-pop pero sus guitarras distorsionadas y su inventiva pianística lo llevan a otro lado ignoto. El cuarto es una agraciada pesadilla sintética color pastel: dubstep, techno, soul y rap; como salidos de un anime.

11. Astro. Chicos de la Luz (Chile). Con tal grabación se despide este original combo inclasificable, que combina synth-pop con guitarras expansivas y cantos juguetones de melodías complejas y letras extrañísimas. Muy bonito viaje, bailable y sideral.

12. Los Mundos. No hay quien se salve (México). Descontrol, distorsión al máximo y shoegaze maloliente llega desde Monterrey para engendrar este magnífico desquicie guitarroso a un tiempo salvaje, pausado y existencial. Dulce destrucción.

13. Aurora. Silice (España). En la tradición contemplativa de bandas como Dorian, sencillas canciones pop de a guitarra y voz se vuelven pródigas vistas panorámicas de gran primor, creatividad y elegancia viajera. Delicioso. (Conciertos)

Twitter: patipenaloza