París.

Estancada en una trampa de bajo crecimiento, que priva a los jóvenes de oportunidades de trabajo y a los viejos de cobertura sanitaria y de pensiones, la economía mundial crecerá a su ritmo más bajo desde la crisis financiera por segundo año consecutivo en 2016, según las previsiones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que instó a los gobiernos a impulsar el gasto. Para México bajó su proyección de 3.1 a 2.6 por ciento en 2016 y de 3.3 a 3 por ciento en 2017.

Con empresas y consumidores cautos al invertir o gastar, la economía mundial crecerá sólo 3 por ciento este año, estimó la OCDE. El dato no será mejor que el del año pasado, que ya fue el peor desde 2009, aunque el crecimiento repuntará modestamente a 3.3 por ciento el año que viene, según la OCDE en sus perspectivas económicas.

El secretario general de la organización, José Ángel Gurría, indicó que de acuerdo con el estudio anual de la OCDE, esta trampa es un ciclo en el que las bajas expectativas se convierten en augurios reales y señaló a la inversión débil de las empresas como la principal generadora de la situación.

El ex funcionario mexicano parafraseó al informe de sus economistas y explicó que la escasa inversión empresarial entraña un aumento de productividad muy lento que genera pesimismo en los hogares y limita su consumo y que al final repercute en que las empresas no inviertan. Gurría lanzó además tres mensajes concretos para salir del marasmo económico mundial entre los que mencionó un aumento de 0.5 por ciento de la inversión pública en todos los países de la OCDE, que según los cálculos de la organización, produciría un aumento del producto interno bruto mayor y reduciría la deuda pública.

Si no conseguimos revertir la ralentización de la productividad y las desigualdades está en jaque el nivel de vida de una gran parte de nuestras sociedades. Por ello el fomento de la productividad para un crecimiento inclusivo es el tema de este año de la reunión, mencionó al inicio del acto.

En esta situación, el secretario general del organismo afirmó que los gobiernos deben usar todas las herramientas políticas que tienen de manera concertada y coherente. Subrayó que las políticas fiscales y estructurales deben ser desplegadas con más vigor para complementar la política monetaria.

La economista jefe del organismo, Catherine Mann, asentó que la expansión a esos niveles priva a los jóvenes de oportunidades de trabajo e implica que las personas mayores no tendrán la cobertura de salud y de jubilación que esperan.

Estamos rompiendo promesas a jóvenes y mayores. Por lo tanto los políticos tienen que actuar para sacarnos de la trampa de bajo crecimiento, asentó Mann en una entrevista. Dado que los países de la OCDE crecen de media a la mitad de su potencial estimado, haría falta 70 años para duplicar los estándares de vida de hace dos décadas.