Washington.

Los 11 países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba), entre los que destacan Cuba, Bolivia o Ecuador, repudiaron las sistemáticas agresiones del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro.

En un desplegado publicado este jueves en el periódico The Washington Post, resaltaron además su solidaridad con el gobierno venezolano. Indicaron que las afrentas del ex canciller uruguayo contra Maduro le restan toda autoridad para hablar de cualquier tema relacionado con Venezuela, ya que sus comentarios ofenden a todos los estados soberanos.

Almagro tomó la agenda de la oposición política venezolana y permitió que la Secretaría General de la OEA sirva y defienda a sus sectores más violentos y radicales, se subraya en el texto. Como una evidencia más de su parcialidad contra el gobierno de Maduro, recordaron un reciente foro en Miami en el que Almagro participó, del cual surgió un llamado para invadir Venezuela.

Asimismo, rechazaron las agresiones mediáticas, económicas, diplomáticas y financieras que buscan derrocar al gobierno legítimo venezolano. El documento fue firmado por Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Ecuador, Granada, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía y Venezuela.

Mientras, Caracas acusó a Almagro de incurrir en la ilegalidad por un informe que elabora sobre la situación interna en la nación sudamericana sin que ninguna instancia del organismo multilateral lo haya encargado. Almagro informó el miércoles que prepara ese informe, tras una reunión con opositores venezolanos, y que podría invocar la Carta Democrática Interamericana.

Ese informe no está autorizado por nadie. No es formal. Según los reglamentos, los informes en la OEA son resultado de instrucciones giradas por el Consejo Permanente, denunció Bernardo Álvarez, embajador venezolano ante el organismo.

En otro orden, universitarios de varios estados de Venezuela se congregaron en Caracas para reafirmar su compromiso con la defensa de la revolución bolivariana y la educación gratuita y de calidad. Otros cientos de estudiantes y profesores de universidades públicas también protestaron para denunciar la grave crisis presupuestaria que aqueja al sector.