Con el apoyo de 200 policías, la Secretaría de Movilidad (Semovi) retiró a comerciantes informales, puestos metálicos y diablitos en el Centro de Transferencia Modal (Cetram) La Raza, como parte del operativo de reordenamiento de esos 47 espacios existentes en la ciudad.

La llegada de los uniformados, alrededor de las 9:30 horas, generó temor entre ambulantes y molestias entre los usuarios del transporte público, muchos de los cuales tuvieron que descender de las unidades porque el conductor carecía de licencia, tarjeta de circulación o autorización para prestar el servicio.

Un total de 30 microbuses, vagonetas y taxis fueron remitidos al corralón y 20 multados por faltas al Reglamento de Tránsito; mientras, personal de la Comisión Federal de Electricidad, con el apoyo de grúas con canastilla, retiró 420 diablitos conectados a cuatro transformadores.

Los representantes jurídicos del organismo iniciaron una averiguación previa contra quien resulte responsable por el robo de energía eléctrica, con el fin de ejercer acción penal, pues se trata de un delito y significa un riesgo para la gente, al utilizar cables caseros que no cumplen con la norma, señalaron.

Las boletas de luz presentadas por algunos de los 500 comerciantes, que desde hace 35 años laboraban en el sitio, no impidieron que se llevaran los medidores que pagamos y la gente del gobierno destruyera nuestros puestos metálicos, que nos costaron 10 mil pesos, denunciaron.

Con la vigilancia de granaderos, personal de la Dirección General de Servicios Urbanos se encargó de retirar, a mazazos, algunos de los 300 puestos metálicos, al no presentarse los propietarios, mientras varios de éstos retiraban las estructuras y se las llevaban en sus vehículos.

No es posible que el gobierno nos quite la única forma de subsistencia que tenemos, nos mande al desempleo, la prostitución o la delincuencia, a ganarnos la vida, lamentó León Enrique Espinosa, del Frente Político 6 Julio, quien rechazó que haya una promesa de reubicación.

Otros comerciantes exigieron un espacio en el paradero, que hemos tenido desde hace varios años, porque la delegación Gustavo A. Madero nos lo ha permitido, aun cuando, reconocieron, ‘carecemos de alguna autorización por escrito”. Los inconformes pretendieron bloquear Insurgentes, sin éxito.

El subsecretario de Transporte, Carlos Meneses, precisó que el operativo busca garantizar la seguridad y movilidad de cerca de 400 mil usuarios diariamente, por lo cual se contó con alrededor de mil servidores públicos, granaderos y policías de tránsito, que ayudaron a agilizar la circulación.

Israel de Rosas, director de los Cetrams, señaló que mil 950 unidades, pertenecientes a 44 rutas de la ciudad y el estado de México, convergen en La Raza, uno de los paraderos más complejos por su conexión con el Metrobús y el Metro, y estar en una vialidad primaria como Insurgentes.

Con esta acción se atacará también el robo a transeúnte, que ha convertido a este lugar en uno de los más inseguros, y se pedirá a la delegación su apoyo para que no se obstaculice el libre tránsito de los usuarios y vehículos los domingos, cuando se instala un tianguis en la zona, señaló.

Por la noche, el Cetram lució limpio de puestos y de comerciantes.