Brasilia.

La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, en una entrevista con internautas a través de la red social Facebook, afirmó ayer que el gobierno interino de Michel Temer está provocando un enorme daño a la seguridad social.

Por su parte, el ex mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva concedió una entrevista exclusiva a RT (Russia Tv), en la cual aseveró que es inadmisible, en pleno siglo XXI, que Brasil tenga un gobierno ilegítimo, como el del presidente interino Michel Temer. Agregó que la administración provisional incurre en mucha falta de respeto, al actuar como un gobierno definitivo y no interino.

Acompañada por el ex ministro de Previsión Social Carlos Gabas, Rousseff criticó las medidas del gobierno interino y expresó que Temer hizo un enorme daño a la seguridad social. Acabaron con el Ministerio de Previsión Social. Eso es absurdo. Es patrimonio del trabajador brasileño.

En la primera semana al frente del Ejecutivo, después de que Rousseff fue suspendida de sus funciones luego de que el Senado aprobó llevar a cabo un juicio en su contra por maquillar las cuentas públicas, Temer fusionó el Ministerio de Previsión Social con el de Hacienda.

No se sabe qué ocurrirá con las agencias de atención de Previsión Social, que modernizamos para ampliar los servicios en años recientes, pues el ministro interino dijo que las agencias son espacios ociosos. ¿Va a cerrarlas? ¡Eso es absurdo!, expresó.

El pasado 13 de mayo, el ministro de Hacienda, Henrique Meirelles, afirmó que la reforma es una necesidad evidente, porque para las personas, antes que saber cuál será su beneficio en el futuro, lo más importante es tener seguridad de que lo recibirá.

El ministro aseguró que la seguridad social tiene que ser autosustentable a lo largo del tiempo y que haya solvencia del Estado. Como medida principal para la reforma, Meirelles propuso establecer una edad mínima de jubilación.

Lula, por su parte, quien enfrenta la acusación de ocultar bienes, entre otros supuestos actos de corrupción, señaló a RT que el gobierno provisional debería comportarse como interino, porque en unos 20 días, un mes, dos o quizá tres puede haber una votación y el Senado puede cambiar de posición. Entonces, tendría que salir y el derecho volvería a asumir el poder.

El ex mandatario declaró que ha habido un golpe del actual gobierno a partir de la decisión del Senado y eso le costará caro al país. Por eso llamó a la ciudadanía a ir a las calles, reivindicar que la sociedad ejerza presión para que Rousseff vuelva a gobernar.

Aunque Lula no descartó presentarse como candidato a la presidencia en 2018, dijo que “no le gustaría serlo. Ya fui, he pasado por esa experiencia y creo que lo hice con éxito. Ahora pienso que debemos tener a otras personas.