Nezahualcóyotl, Méx.

Con los primeros acordes la emoción invadió a propios y extraños; era la noche ideal. El músico Enrique Bunbury hizo vibrar a miles de asistentes que fueron testigos de un concierto y un recorrido por 30 años de carrera musical; canciones de varias épocas y momentos que se cantaron a todo pulmón y, como expresó el zagarozano, más de uno las recuerda con cariño.

Durante más de dos horas y con 23 canciones en su repertorio, cerca de 200 mil personas disfrutaron del espectáculo de Bunbury, que, según las autoridades municipales, es hasta ahora el más numeroso que se recuerde en tierras nezahualcoyotlenses.

La noche del martes, en punto de las 21:20 horas, Bunbury salió al escenario para entonar los acordes de Iberia sumergida, recordando su paso por Héroes del Silencio, seguida del Club de los imposibles y Destrucción masiva. Con estos temas aprovechó para dar la bienvenida a los miles de asistentes, muchos de los cuales esperaron más de 10 horas.

Estamos celebrando muchas cosas: nosotros festejamos 30 años de mutaciones, ustedes 53 de la creación de Nezahualcóyotl. No son pocos. Venimos con muchas ganas de pasar un buen rato, dijo Bunbury para después cantar Dos clavos a mis alas, La sirena varada y Por qué las cosas cambian.

Con los temas Espíritu del vino, Avalancha y Que tengas suertecita, la emoción se desbordó. Luego vino Puta desagradecida, del elepé que grabó junto con Nacho Vegas, y la rola El extranjero, que puso a bailar a la asistencia.

Azul y cósmico

La clásica Infinito fue de las más festejadas y estuvo acompañada por miles de luces de los celulares. También entonó El hombre delgado que no flaqueará jamás y Despierta.

Tras una pausa, Enrique Bunbury, junto con Ramón Gacias, batería; Quino Bejar, percusión; Robert Castellanos, bajo; Jordi Mena, guitarra; Jorge Rebenaque, piano, y Álvaro Suite, guitarra, regresó al escenario para ofrecer Mar adentro y Maldito duende. Con Lady blue el escenario se volvió azul y cósmico.

Ya para esa hora el concierto agonizaba, pero fue el propio Bunbury quien animó a sus seguidores a continuar. No sé a qué hora salen los autobuses a sus casas; quizá quieran ir a ver su serie de televisión, pero para nosotros hacer este recorrido por 30 años de carrera, cantar estas canciones es para mí una cosa muy emocional y especial, les agradezco que me acompañen en este viaje, dijo.

Entonces soltó Más alto que nosotros sólo el cielo. Con El rescate y La chispa adecuada se despidió por segunda ocasión. Sin embargo, volvió al escenario para ofrecer Los habitantes y cerrar con De todo el mundo y Al final.

Antes de la aparición del músico español, sobre el escenario estuvieron los grupos Enjambre y La Castañeda.

Antes, Enrique Bunbury recibió del presidente municipal de Nezahualcóyotl, Juan Hugo de la Rosa García, las llaves de la ciudad y el nombramiento de visitante distinguido en el contexto de su participación en el Festival Neza Ciudad de Todos 2016, que celebra el 53 aniversario del municipio.

Así, luego de su presentación en Nezahualcóyolt, Bunbury comienza este jueves su periplo por Estados Unidos con un concierto en el Hollywood Paladium de Los Ángeles. La gira promueve el disco MTV Unplugged: El libro de las mutaciones, que destaca temas de su extensa carrera, como El boxeador, Planeta sur y Por qué las cosas cambian.

Además, ya trabaja en un nuevo disco que quizás salga el próximo año. Así que no le pregunten cuándo se retira. No, no estoy pensando en retirarme, no va a ser mi última gira, no hay ninguna razón para que sea la última, afirmó.

El comentario fue en respuesta al tono de reflexión que tiene su reciente documental, El camino más largo, basado en la gira de dos meses que realizó en 2010 para promover el álbum Las consecuencias. Esta gira fue muy osada, porque llevó a su banda a tocar en zonas estadunidenses a las que no siempre van artistas hispanos y el documental ha sido mostrado en España, Estados Unidos, Argentina y México, así como en varios festivales.

(Con información de Ap)