El gran pendiente en el tema de la contaminación del aire en el valle de México son los vehículos de servicio público y corresponde resolverlo a los gobiernos de los estados, porque el problema se conoce bien. Existen las normas para controlar y medir las emisiones de partículas al ambiente, pero faltan las decisiones, planeación y la inversión para modernizar esas unidades que, junto con los coches particulares, aportan 80 por ciento de los contaminantes a la atmósfera, afirmó Julio Sánchez y Tepoz, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

En entrevista, sostuvo que el programa Hoy no circula es efectivo. Cuando se declara contingencia porque se han rebasado los 150 puntos de ozono del Índice metropolitano de la calidad del aire (Imeca), de inmediato baja la contaminación, pero es una medida temporal porque el riesgo de un nuevo incremento persiste por la presencia de unidades con elevadas emisiones de contaminantes, en particular de las que son propiedad de los gobiernos.

Los vehículos particulares ya cumplen con disposiciones normativas y en breve entrarán nuevas regulaciones, algunas de las cuales ya han sido adelantadas por la Secretaría de Medio Ambiente. Si bien se trata de una problemática compleja en la que están involucrados diversos factores como los meteorológicos, también se han tomado decisiones administrativas erróneas, como permitir la libre circulación de coches en el valle de México, independientemente de su modelo.

El funcionario recordó la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) en favor de 197 ciudadanos que reclamaron su derecho a la libre circulación de sus automóviles. Fue una decisión que beneficiaba sólo a esas personas, pero se extendió a toda la población.

De acuerdo con información oficial, existen 5.4 millones de autos particulares y de servicio público en circulación en la megalópolis. Ahora, señaló Sánchez y Tepoz, lo que toca es continuar con las acciones de medición y control, pero sobre todo abatir las fuentes contaminantes y se ha detectado que las más importantes son las unidades móviles, insistió.

Recordó que la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came) se creó en 2013 por acuerdo entre la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, los gobernadores del estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla y Tlaxcala, con la finalidad de planear y ejecutar acciones de protección del ambiente, preservación y restauración del equilibrio ecológico.

Aunque el documento de formalización de la Came no incluyó de manera específica a la Secretaría de Salud (Ssa), esta dependencia ha tomado parte, mediante Cofepris, en los análisis y decisiones que se han asumido.