Domingo 15 de mayo de 2016, p. 7
Cannes.
Una magia que no tiene edad y que captura a todos por igual, es la que emana el cine de Steven Spielberg, quien desembarcó ayer en Cannes a encantar a la crítica internacional. Mientras peor está el mundo, más tenemos que creer en la magia, porque eso nos da esperanza y es lo que todos necesitamos. El cine proporciona esto a la gente y la esperanza lo es todo para mí
, afirmó el cineasta.
Definitivamente fue el día de este gran amigo gigante
del público universal, quien presentó fuera de competición la cinta del mismo título The BFG (Big Friend Giant, Mi amigo el gigante), y que hace tres años le otorgó a La vida de Adele la Palma de Oro como presidente del jurado de este prestigioso festival.
Se trata de la adaptación del relato de Roald Dahl, El gran gigante bonachón, que marcó la infancia del cineasta y luego la de sus propios hijos: !Lo llevaba siempre en el corazón. Es un sueño hecho realidad!
Inocente, juguetón sin rozar lo cursi, entretenido y, por encima de todo, talentosamente tierno. Dahl siempre fue muy reconocido por obras que marcaron nuestra niñez: Los Gremlins, James y el durazno gigante, Matilda, Charlie y la fábrica de chocolate…
El poder de la imaginación
Gracias a la tecnología, Spielberg logra traspasar literalmente a la pantalla esta especie de historia de amor
, que mezcla la animación con actores de carne y hueso. Una niña huérfana londinense es capturada una noche por un gigante amigable que se dedica a la alquimia de los sueños. Éste, que irónicamente es el más pequeño de los gigantes de su tierra, la protege incondicionalmente de ser devorada por sus malvados coetáneos. No es muy diferente de lo que he hecho hasta ahora. Mis películas, no históricas, siempre han recurrido al poder de la imaginación para dar sentido a la narración. Esto me permite ser completamente libre
, enfatizó Spielberg.
La decisión fundamental está en la elección del reparto. El resto, viene de la mano
, aseguró, acompañado por su nuevo actor fetiche, Mark Rylance, con quien realizó hace poco El puente de los espías; la niña Ruby Barnhill, su reciente descubrimiento infantil; Penelope Wilton (Downton Abbey), que encarna a la reina británica; Rebecca Hall, su doncella, y Jemaine Clement, el líder de los infames gigantes.
Los sueños y la magia se mezclan así en la última aventura empresarial de Spielberg, que ha unido su apellido ya mítico al eterno reino de la fantasía de Disney.