Los Ángeles/Cannes.

George Clooney y Reese Witherspoon apoyan a Hillary Clinton, Mark Ruffalo y Susan Sarandon hacen campaña por Bernie Sanders, mientras Mike Tyson y Hulk Hogan avalan el proyecto de Donald Trump: la batalla electoral estadunidense también se juega en Hollywood.

Las celebridades siempre han usado su poder a la hora de promocionar un candidato en las presidenciales; este año no es una excepción. La meca del cine acoge constantemente veladas organizadas por estrellas de cine y directivos de los principales estudios para recaudar fondos en favor de su aspirante favorito. La entrada a una de estas fiestas puede costar hasta 300 mil dólares por persona. Lo más importante es que las celebridades de Hollywood logran un nivel de atención para un candidato que ninguna otra industria consigue, señala Steve Ross, profesor de Historia de la Universidad del Sur de California y autor del libro Hollywood Left and Right.

Uno de los casos más claros fue el apoyo de la productora y presentadora de televisión Oprah Winfrey a Barack Obama en 2008, que generó un millón de votos para el que se convirtió en el primer presidente negro de Estados Unidos, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Maryland. En esta edición, Clinton se perfila como la favorita de la realeza hollywoodense.

Dólares o proyección

En su lista de amigos figuran nombres tan influyentes como George Clooney, Ben Affleck, Reese Witherspoon, Barbra Streisand y el cineasta Steven Spielberg, por ejemplo. Todos ellos, más las estrellas de la televisión y la música, representan la quinta parte de los ingresos que ha recibido la campaña de la ex secretaria de Estado.

Sanders, la sorpresa demócrata, ha sido respaldado por otros famosos como Ruffalo, Sarandon y el polémico director Michael Moore. El multimillonario empresario Donald Trump –caso aparte porque él mismo es una celebridad– cuenta con los avales de Jon Voight, el ex luchador Hulk Hogan y el ex boxeador Mike Tyson.

Pero Hollywood sólo ha dado 27 millones de dólares a los equipos demócratas y republicanos, suma que la convierte en apenas la decimotercera industria que llena las arcas de los aspirantes. Wall Street, en cambio, ha inyectado 231.6 millones de dólares, de los cuales 65 por ciento ha ido al campo republicano, de acuerdo con cifras del Centro para Políticas Sensibles.

El dinero que Hollywood pueda recaudar tal vez no iguale lo que reúne Wall Street o el sindicato de profesores, pero lo que las celebridades realmente aportan es visibilidad, explica su directora, Sarah Bryner.

O sea que cuando recibes apoyo de alguien como Beyoncé o George Clooney, tu imagen se dispara, agrega.

Hablar con el presidente

Pero no todas las estrellas del firmamento son bienvenidas.

Nadie quiere el apoyo de celebridades fastidiosas como Mel Gibson e, incluso hoy, no creo que ningún candidato quiera a Jane Fonda; sigue siendo demasiado controvertida, apunta Ross, en referencia al activismo de la actriz durante la guerra de Vietnam.

En cambio, tener el apoyo de la actriz y directora Lena Dunham es importante para llegar a las mujeres jóvenes, mientras que contar con el respaldo del cineasta Spike Lee puede ser vital para conquistar el voto negro, que tiene todas las posibilidades de llevarse Clinton, de acuerdo con el docente. Pero, mientras el público cree que Hollywood es una tierra dominada por los liberales, los directivos de los estudios no se lo juegan todo al campo demócrata, para mantener sus opciones abiertas. “En la década de 1920 –cuenta Ross– Louis B. Mayer convirtió MGM en agencia de propaganda para el Partido Republicano”. Las estrellas debían incluso posar con los candidatos. Está el Hollywood corporativo, que se centra en hacer negocios, y el Hollywood creativo, más afín al Partido Demócrata, afirma.

Charlton Heston, Clint Eastwood y Arnold Schwarzenegger, acérrimos republicanos, han sido posiblemente las excepciones más conocidas.

¿Y qué esperan las celebridades a cambio de su apoyo? No son ingenuas al punto de pensar que pueden influenciar un programa, pero nadie debe subestimar los egos que se mueven en Hollywood, señala el historiador. Si donas una suma de seis cifras o incluso más de un millón, esperas que, si quieres hablar con el presidente, podrás hacerlo, asegura.

La polémica, allende el mar

El actor George Clooney dijo este jueves en Cannes que no habrá presidente Donald Trump en Estados Unidos y atribuyó la alta popularidad del candidato republicano a los medios, que no hacen buenas preguntas.

No habrá presidente Donald Trump. No va a suceder porque no queremos poner al miedo en el poder en nuestro país, declaró el actor en una conferencia de prensa en Cannes, donde presentó la película Money Monster, de Jodie Foster.

“Trump es resultado (...) de que muchos programas de televisión no han hecho buenas preguntas. Tener una cadena de información que emite las 24 horas no quiere decir que tengan más información (...). Si dan la palabra a Donald Trump también le podrían preguntar sobre los refugiados.

Si se informara a la población acerca de su programa, el efecto sería muy distinto, aseguró el actor. El gran desastre viene deque ya no se puede estar informado; hay que hablar de los hechos. Hay que volver a empezar sobre la base de los hechos, dijo a la prensa.

Según el actor de ¡Ave César!, la cinta más reciente de los hermanos Coen, los medios “prefieren aumentar su rating con un podio vacío y decir que Trump está por hablar, en lugar de tomarse 30 segundos para hablar sobre los refugiados, la mayor crisis del mundo”.