La Procuraduría General de la República (PGR) investiga presuntos actos de tortura y malos tratos cometidos por servidores públicos en contra de 34 personas detenidas por su involucramiento en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

Los subprocuradores de Derechos Humanos, Eber Omar Betanzos Torres, y el titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delitos Federales (Seidf), José Guadalupe Medina Romero, afirmaron en entrevista con La Jornada: ‘‘No vamos a tener ningún miramiento con quienes se les acredite que tuvieron alguna responsabilidad en casos de tortura y serán llevados ante jueces federales’’.

Los funcionarios señalaron que existirá total apego a la ley en la investigación de cada denuncia, y para blindar los resultados se ha tenido cuidado de que ninguno de los señalados como responsables participe en las indagatorias.

Ante los señalamientos de la existencia de denuncias sobre actos de tortura cometidos en contra de presuntos participantes en los ataques y desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, en septiembre de 2014 en el municipio de Iguala, el subprocurador Betanzos Torres refirió que las investigaciones se han iniciado de inmediato.

El martes una agencia de noticias señaló que en el caso Iguala existían documentos que mencionaban la existencia de diez casos de presuntos actos de tortura cometidos en contra de igual número de detenidos.

‘‘Respecto de esos señalamientos, la PGR cumple con su obligación constitucional y legal, y tan pronto como tiene conocimiento de hechos inicia la averiguación previa correspondiente por conducto de la Unidad Especializada en Investigación del Delito de Tortura, instancia que lleva el desahogo de todos los casos.’’

En ese contexto, el subprocurador Medina Romero explicó que ‘‘desde 2014, antes de la creación de la unidad especializada, la procuraduría inició investigaciones relacionadas con presuntos actos de tortura o malos tratos cometidos en contra de personas relacionadas con el tema Ayotzinapa.

‘‘Tras la creación de la unidad especializada, actualmente en esa área tenemos 34 casos de denuncias presentadas por personas relacionadas con el caso, y se han acumulado en seis averiguaciones previas.

‘‘En ellas se incluyeron las vistas (denuncias o peticiones de investigación) realizadas por autoridades judiciales, otras provenientes de la propia Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) y por la Subprocuraduría de Derechos Humanos’’, dijo el titular de la Seidf.

Asimismo, señaló que en la visitaduría general se iniciaron averiguaciones previas relacionadas con el caso Iguala, en las que se involucra a funcionarios de la propia PGR.

Los subprocuradores explicaron que en estos días la procuraduría ha llevado a cabo la aplicación del Protocolo de Estambul en ‘‘17 casos sensibles de los 34 que están en investigación; para éstos ya se ha realizado un despliegue ministerial y pericial con el fin de que se apliquen estos estudios en los centros federales de readaptación donde se encuentran’’ los detenidos.

Betanzos Torres refirió que el Protocolo de Estambul es un estudio que se practica de manera personal y para ello se requiere de la aplicación de estudios periciales para detectar y corroborar la existencia de los actos mencionados, así como peritajes de carácter médico y sicológico. ‘‘El protocolo se realiza con estándares internacionales’’, añadió.

Dijo que en algunos casos los presuntos afectados por actos de tortura se han negado a que se les realice el citado protocolo o han permitido solamente la aplicación parcial del mismo. Pero en este momento, dijo el subprocurador de Delitos Federales, también se están llevando a cabo inspecciones en sitios donde se menciona que se realizaron los actos de tortura y se han realizado registros fotográficos.

Las investigaciones de estos 34 casos de actos de tortura o malos tratos están avanzando, indicó Medina Romero, y se podría llegar hasta la reconstrucción de hechos; sin embargo, se negó a revelar mayores detalles de los hallazgos de estas indagatorias, debido al secreto que se debe guardar.