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Busca esa ciudad estadunidense equipararse con París, Londres o Nueva York

El Museo de Arte Moderno de San Francisco reabrirá sus puertas; triplica área de exhibición
 
Periódico La Jornada
Jueves 12 de mayo de 2016, p. 6

San Francisco, Cal.

Una arquitectura renovada, una superficie de exposición triplicada y no pocas donaciones de nuevas obras: con su nuevo museo renovado, San Francisco pretende jugar en las grandes ligas del arte moderno, como París, Londres o Nueva York.

Luego de tres años de obras y una inversión de 305 millones de dólares, el Museo de Arte Moderno de San Francisco reabrirá sus puertas el 14 de mayo con una remodelación que corrió a cargo de la firma noruega de arquitectos Snohetta, que diseñó la Ópera de Oslo y la nueva biblioteca de Alejandría.

El edificio de ladrillos que acogía el museo desde 1995 en el barrio de SoMa, en el centro de San Francisco, ahora está ligado a un anexo de 10 pisos, con fachada blanca de relieves, de más de 700 paneles de polímeros de fibra de vidrio y que parece tener vida cada vez que la luz incide en ella.

La firma noruega afirmó que la fachada intenta representar las olas de la bahía de San Francisco y su bruma. En los pisos de exposición, las terrazas a veces animadas con esculturas permiten al visitante tomar el aire o admirar la vista. Al nivel de la calle, las grandes ventanas de vidrio invitan a contemplar la imponente estructura de acero de 213 toneladas llamada Secuencia, de Richard Serra, o el Sin título, el móvil blanco de ocho metros de ancho del artista Alexander Calder, que cuelga del atrio, sobre la gran escalera central.

Hobby que se volvió obsesión

El Museo de Arte Moderno de San Francisco se erige así como el más grande espacio de exposición de arte moderno de Estados Unidos, con casi 16 mil metros cuadrados de galerías y una importante colección de artistas, como el pintor y escultor abstracto Ellsworth Kelly, sobre el cual el recinto se precia de ser autoridad mundial. Su recién abierto Centro Pritzker de fotografía, que ocupa casi un piso, es presentado como el más grande del país. Pero se busca, sobre todo, acoger la enorme colección privada de Doris y Donald Fischer, fundadores de la cadena de ropa Gap.

Su hijo Robert lo describe como “un hobby que se volvió obsesión”, y que se basaba en dos reglas: a ambos debía gustarles la obra, y tener cómo comprarla. Aquello condujo a los esposos Fischer a acumular mil 100 obras de 185 artistas.

Luego de considerar la construcción de un museo privado, los Fischer decidieron en 2009 confiar su colección mediante un depósito de 100 años al Museo de Arte Moderno de San Francisco.