Martes 3 de mayo de 2016, p. 7
La Habana.
El mundo musical cubano está de luto: murió Sergio Vitier, uno de los compositores e intérpretes imprescindibles para la tradición popular.
Vitier, de 68 años de edad, falleció la víspera en esta capital a causa de un accidente cerebrovascular.
De acuerdo con los especialistas, su excepcional trayectoria en la composición e interpretación de la guitarra lo ubican como un referente de las culturas fundacionales de la identidad cubana, al tiempo que lo hicieron merecedor del Premio Nacional de Música 2014.
En él influyeron, primero, el ámbito familiar, con sus padres, los escritores Fina García Marruz y Cintio Vitier, así como su tío, el pianista Felipe Dulzaides.
En segundo término está su formación como guitarrista de la mano de los reconocidos maestros Elías Barreiro e Isaac Nicola, Leo Brouwer, Federico Smtih, José Loyola y Roberto Valera, permeada al mismo tiempo por otras experiencias asociadas a las tradiciones de origen africano.
Danza, cine y televisión
Vitier incursionó en la danza, el teatro, el cine y la televisión, incluso compuso para orquestas sinfónicas. Con el Grupo de Experimentación Sonora del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, desarrolló una búsqueda de nuevas sonoridades de las que derivarían diversas partituras para el cine y la televisión, compartidas algunas con su hermano José María.
Destacan las bandas sonoras de los filmes Capablanca, de Manuel Herrera; El brigadista, de Octavio Cortázar; Caravana, de Rogelio París, y Roble de olor, de Rigoberto López.
Recibió diversos reconocimientos; por ejemplo, el álbum Homenajes obtuvo el Premio Egrem, en 1997, y Travesía y Nuestra canción fueron galardonados en la feria internacional Cubadisco en 2000 y 2001.