Destaca la calificadora que se estancó la reducción del déficit fiscal y de la deuda pública
Viernes 29 de abril de 2016, p. 25
Un estancamiento en la reducción del déficit fiscal y la deuda pública, y una potencial
materialización de pasivos contingentes para el gobierno federal proveniente de mayor apoyo para Petróleos Mexicanos, podrían generar una presión a la baja en la calificación
de la deuda avalada por el Estado, advirtió este jueves Moody’s Investors Service.
Este jueves Pemex informó en su reporte financiero del primer trimestre del año que está a la espera de una posible aportación de 136 mil millones de pesos de la Secretaría de Hacienda, adicionales a los 73 mil 500 millones de pesos que ya recibió, tomados de una parte de las ganancias obtenidas en 2015 por el Banco de México.
La calificación del gobierno de México, actualmente en A3, dentro del grado de inversión
, se encuentra sustentada por una gran y muy diversa economía, un alto grado de integración con Estados Unidos y las perspectivas de crecimiento que se espera que generen las reformas estructurales, dijo Moody’s.
En marzo pasado, la agencia movió de estable
a negativa
la perspectiva de calificación de la deuda emitida por el gobierno mexicano. A mejor calificación es mejor el costo que se paga por el financiamiento.
La calificación de A3 de México considera la expectativa de Moody’s que las recientes reformas estructurales mejoren el potencial de crecimiento económico del país a mediano plazo al rango de 3 a 3.5 por ciento, en comparación con un nivel pre-reformas de 2 a 3 por ciento.
Sin embargo, la perspectiva económica se ha visto afectada por la combinación del choque de los precios del petróleo y la disminución de la producción petrolera de Pemex, aunada al crecimiento más lento de lo esperado
, apuntó Jaime Reusche, vicepresidente y analista sénior de Moody’s.
En consecuencia, la agencia pronosticó un crecimiento moderado de 2.5 por ciento para 2016 y 2017.
Aunque la reducción de la producción de crudo de Pemex ha afectado el crecimiento, la reciente reforma del sector energético ha atraído la inversión privada, aunque con resultados diversos, en medio del entorno de bajos precios, lo cual ha limitado las expectativas de inversión hasta 2017 y en adelante, añadió la calificadora.
“Los desafíos que enfrenta el gobierno incluyen menores ingresos fiscales, ya que el crecimiento continúa siendo tenue y los precios del petróleo se encuentran en niveles históricamente bajos.
Moody’s estima que los ingresos del gobierno federal en general bajarán a 18.5 por ciento del producto interno bruto en 2016, luego de haber representado 19.3 por ciento en 2015. A pesar de la caída, las autoridades comenzaron la implementación de medidas para la reducción de gastos y así disminuir el déficit del gobierno federal de 2.8 por ciento del PIB en 2015 a 2.5 en 2016
, agregó Reusche.