La economía mexicana alcanzará tasas de crecimiento en torno a 3 por ciento anual hasta 2021, tres años después de concluida la actual administración federal, aun con la serie de reformas impulsadas por el actual gobierno, anticipó este miércoles el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“El crecimiento del producto interno bruto (PIB) de México –que en 2015 fue de 2.5 por ciento– se va a ir acelerando hacia un nivel de 3.1 por ciento en el año 2021”, dijo este miércoles Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental, que cubre el continente americano, del FMI. Para 2016, el organismo espera que la economía mexicana crezca 2.4 por ciento.

Al inicio de la actual administración, en diciembre de 2018, el gobierno federal impulsó una serie de reformas para promover mayor inversión, financiamiento y competencia en sectores como el energético, financiero y de telecomunicaciones, con el propósito de elevar la tasa de crecimiento de la economía, que ha sido en promedio de 2.1 por ciento en las últimas dos décadas y media.

La situación de la economía mundial ha cambiado de manera muy importante de 2013 a 2016, respondió Werner en una conferencia de prensa, cuando fue preguntado por las causas de que las reformas del gobierno no vayan a ser suficientes para que antes que concluya esta administración administración la economía crezca a un mayor ritmo, como ofreció el gobierno cuando las promovía.

El propio FMI ha revisado a la baja de manera muy importante en los últimos años sus previsiones de crecimiento para la economía mundial y para casi todas las economías, dijo Werner en una conferencia de prensa en el auditorio del Banco de México en la capital mexicana, a propósito de la presentación de un estudio regional elaborado por el organismo.

México no ha sido la excepción y claramente la aceleración del crecimiento, que también nosotros habíamos anticipado hace algunos años que se iba a dar en 2013 a 2016, la hemos pospuesto y es menos rápida de lo que pensamos anteriormente, apuntó.

También, siguió Werner, el efecto positivo de una reforma energética va a ser más lento en un entorno de precios del petróleo de un rango de entre 40 y 60 dólares que en un entorno cuando se hicieron esas proyecciones, que el precio estaba en 100 dólares por barril. Los efectos positivos de esta reforma van a ser más lentos, añadió.

El impacto de las reformas (hechas en México) es importante para el crecimiento, pero en este entorno internacional más complejo los resultados se van a ir dando de manera más gradual, un poco el crecimiento se va a ir acelerando de manera lineal de 2.4 y 3.1 por ciento hasta 2021, siguiendo un poco más en los años siguientes y esto hay que verlo en el contexto en el cual el resto de las economías de la región se han desacelerado, planteó.

En términos comparativos, el hecho de que la economía Mexicana haya mantenido el crecimiento de 2.5 por ciento cuando América del Sur decrece 2 por ciento este año viniendo de crecimiento muy elevadas hace dos o tes años, claramente hace que en términos relativos el 2.4 esperado para Mexixo este año se vea bien y se explica por el deterioro del contexto internacional, agregó.

Eso, no excluye que hay una agenda muy importante en la parte de reducir el endeudamiento público y el déficit fiscal, así como en acelerar la instrumentación de las reformas, temas que el gobierno ya ha anunciado que va a atacar, dijo.