Madrid.

Estudiantes, lectores, académicos y las autoridades de la Universidad de Alcalá de Henares rindieron un cálido homenaje a Fernando del Paso.

Primero con un fortísimo aplauso, cuando lo vieron entrar al salón de actos del rectorado con su elegancia de dandy enérgico y después con elogios a su literatura, que es capaz de alimentar la tradición, mientras al mismo tiempo subvierte la modernidad.

También celebraron que junto a las evocaciones literarias y al festín cervantino que suponen sus libros y su sabiduría, el escritor mexicano que recibió hace un par de días del Premio Cervantes haya elevado la voz para advertir que México camina rumbo a un Estado totalitario, que vive una decadencia que sólo la reacción del pueblo puede sustraer de la hecatombe final.

Con este acto académico, Del Paso culmina uno de sus viajes más emocionantes y abrumadores de su vida de escritor. Su pronta dedicación al periodismo, la novela, el ensayo, la poesía y el cuento, o a la escritura, en definitiva, lo convirtieron el pasado sábado en el sexto escritor mexicano en recibir el Premio Cervantes, considerado el Nobel de las letras en español. Antes fueron reconocidos Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, José Emilio Pacheco y Elena Poniatowska.

La ceremonia solemne de entrega del reconocimiento se efectuó en el paraninfo de esa universidad, presidida por los reyes de España, Felipe y Letizia.

Por eso, dos días después, Del Paso vivió con alegría el encuentro directo con algunos de sus muchos lectores en España, con académicos y catedráticos que deseaban escuchar algunas palabras del autor de Palinuro de México antes de su regreso a su país natal. Y también ser testigos de la presentación de su libro cocoeditado por la Universidad de Alcalá de Henares y la filial en España del Fondo de Cultura Económica (FCE).

Llegó en silla de ruedas y vestido con un colorido traje; al entrar sólo escuchó un estruendoso aplauso. Y, al tomar la palabra, agradeció tanta alegría: Este viaje ha sido totalmente excepcional. Estoy muy contento. Estoy abrumado con todo lo que me ha sucedido. Los ataques, los infartos que tuve hace tres años me han dejado secuelas largas y dolorosas. Una fue la pérdida de la voz y el habla. Recuperé el habla, pero mi voz se quedó por otros lados y ahora tengo una voz de viejito que no aguanto.

Antes el rector de esa universidad, Fernando Galván, advirtió que Del Paso se incorporó así, con todos los honores, a una nómina dorada de escritores que dan esplendor a nuestra lengua y a la imaginación creadora que con ella se expresa. Es obvio que México está de enhorabuena, como lo está todo el ancho territorio cervantino, ese país cuyas fronteras ya se extienden más allá de los ríos, las cordilleras y los mares.

En cuanto a la obra del autor de 81 años, señaló: “Estamos celebrando estos días con un gozo incontenible la obra innovadora y siempre sorprendente de Fernando del Paso. Este escritor de raigambre cervantina, sin duda, pero también, si me lo permite, joyceana; tan fiel a la tradición y a la vez tan vivo, tan provocador y tan genial en sus respuestas a los retos de la modernidad, incluso de la posmodernidad.

“Adentrarse en la lectura de sus tres grandes novelas es el tipo de aventura divertida y única que sólo un escritor total puede ofrecernos. Ahí están las páginas de José Trigo, con su rico lenguaje mexicano, con su barroquismo esplendoroso. O la vorágine portentosa que vive ese mágico trasunto de su creador en Palinuro de México. Y las complejidades rocambolescas de la historia de México noveladas en Noticias del Imperio. Son probablemente las mejores obras de Fernando del Paso.”

Voz esencial de la literatura

José Carreño Carlón, director del FCE, señaló que Del Paso es un autor indispensable, un clásico indefinible de las letras en español. Creador de un ambicioso proyecto literario que ya ha alcanzado sucesivas culminaciones o coronaciones. Voz fundamental de la literatura mexicana y universal. Mientras que de su obra se ha destacado esa feliz conjunción de creatividad lingüística y conciencia histórica. También se ha reconocido a un gran poeta en prosa y a un enorme escritor.

Pablo Raphael de la Madrid, director del Instituto de México en España, destacó sobre el libro que se presentaba que “Viaje alrededor de El Quijote se lee como una novela de Fernando del Paso. Es un libro polifónico que hace una cosa muy importante: demostrar que la literatura produce pensamiento. A diferencia del pensamiento racional, del pensamiento cartesiano, donde debe haber una premisa y una conclusión, lo que hace es poner a los opuestos a discutir y a dialogar produciendo tensión. Y precisamente es lo que hace en su ensayo y en todas sus obras: poner a dialogar a distintas voces”.

El editor y periodista español Juan Cruz destacó que la valentía y lo emocionante que fue para él escuchar a Del Paso en su discurso hablar de México y sus problemas, y recordó cuando en la reciente Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara el galardonado salió en defensa de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.

Del Paso, abrumado por tantas palabras y ante un auditorio que lo despedía de pie y con aplausos sin parar, respondió con sentido del humor y generosidad: Me enorgullece muchísimo haber obtenido el Premio Cervantes y estar aquí en la Universidad de Alcalá de Henares, para mí es muy emocionante y me abruma. Y perdonen que no me levante, pero no puedo.