Lienzo con el tema de Judit y Holofernes, hallado en Toulouse, no ha sido autentificado
Fue analizada con máximo sigilo por un equipo de expertos y Francia prohibió exportarlo
Los especialistas Mina Gregori y Gianni Papi refutan que haya sido pintado por el maestro
Jueves 21 de abril de 2016, p. 3
Florencia.
El debate sobre la atribución de un cuadro con el tema de Judit y Holofernes a Caravaggio arrecia en Europa.
Es el caso del lienzo que el francés Eric Turquin y su equipo de colaboradores aseguran que fue pintado por el maestro.
Hace dos años esa obra fue descubierta en el desván de una vieja casa de campo en las cercanías de Toulouse, Francia.
El cuadro permaneció 150 años escondido en una ranura y los dueños lo encontraron de milagro, cuando necesitaron intervenir el lugar con la finalidad de reparar una fuga de agua que lo mojó parcialmente.
La obra se encuentra en muy buen estado de conservación; mide 144 por 173.5 centímetros y fue analizada por un equipo de expertos (historiadores del arte, conservadores, restauradores y radiólogos) en el mayor sigilo.
Ahora se ha tenido que develar a la prensa su existencia, cuando de manera preventiva el Ministerio de Cultura francés publicó en el diario oficial, a finales del pasado marzo, que se prohibía la exportación del cuadro del territorio nacional en los próximos 30 meses, tiempo en que los laboratorios del Museo del Louvre de París –adonde llegó hace tres semanas– deberán analizarlo y determinar su autenticidad.
Eric Turquin, en rueda de prensa del pasado 12 de abril, afirmó que el lienzo llegó a Toulouse a mediados del siglo XIX, por medio de un oficial del ejército napoleónico, que era descendiente de los actuales dueños.
Existe un registro documentado de la obra, de la cual se perdió huella desde entonces, pero se conoce gracias a una copia de Louis Finson, pintor holandés contemporáneo a Caravaggio, expuesta actualmente en Nápoles.
Turquin, quien es galerista y experto en arte, dijo que la obra es sin duda auténtica, de gran calidad artística, y Caravaggio la pintó entre 1604 y 1605
. Sin embargo, admite que la atribución deberá aún confirmarse
.
Existe una versión anterior de este cuadro que Caravaggio pintó en Roma en 1599, conservado en la Galería Nacional de Arte Antiguo en esta ciudad, mientras la obra en cuestión la debió de pintar en Nápoles.
Interés del Louvre por comprarlo
Entre los estudiosos italianos, Mina Gregori, quien es considerada la máxima experta en el artista –entrevistada hace tiempo en este diario–, rechaza la atribución, al igual que el también especialista Gianni Papi, quien afirmó: He visto la obra tres veces en París durante 2015. No estoy convencido de que sea una pintura de Caravaggio. Hay demasiados elementos estilísticos que no coinciden, como la cabeza de Holofernes, que tiene unos dientes separados absolutamente ajenos al artista, al igual que la cara de la sirvienta, con arrugas excesivas
, entre más detalles.
Por ahora se espera la autentificación del experto Giuseppe Porzio y la opinión de Maria Cristina Terzaghi, especialista en copias antiguas de las obras de Caravaggio.
El crítico del diario inglés The Guardian, Jonathan Jones, rechaza también la autoría del artista italiano y sostiene que la versión de Toulouse debió de haberla pintado un seguidor nórdico del maestro, como afirman algunos de los expertos franceses
y concluye: La postura de las mujeres es demasiado débil, irreal, flácida, confusa para ser el trabajo de este gran sicólogo del realismo. Son personajes sin energía. El resultado es extraño y feo. Los pequeños detalles son a menudo las pistas cruciales
.
El cuadro ha sido valuado en 120 millones de euros. El Louvre está interesado en adquirirlo. De no haber un ofrecimiento al término de la fecha límite, podrá ser vendido en cualquier parte del mundo.